Hoy finalizó el primer trimestre escolar. Los niños ya disfrutan de la vacacionesde Navidad, pero es el momento de hacer balance. Pablo Díaz, responsable de salud laboral y jurídico de Ustea Cádiz, afirmó que “es un balance pesimista y triste porque la Junta no acaba de apostar por la educación pública”.
Además, respecto al Covid, afirmó que “las clases están saturadas, pero quieren que los niños mantengan la distancia de seguridad”. Y añadió que el proferado “se siente inseguro. La última novedad es que si estás vacunado y tienes contacto con un positivo, ni siquiera te aislan. Se sienten abandonados”.
Díaz aseguró que las mascarillas están ocasionando problemas en la garganta a algunos profesores porque tienen que hablar más alto al tener la boca tapada. “Ya de por sí forzamos la voz, con mascarilla aún más. Están aumentando las afonías y se puede solucionar poniéndole a los profesores un amplicador de la voz, pero la Junta dice que si no llevas un informa de un logopeda no te lo facilita, así que se lo están comprando ellos mismos, pero eso no debe ser así”.
La vacunación de los niños “es un paso más, pero no es definitivo”. En su opinión, la solución es “que las clases pudieran estar ventiladas y hubiese espacio para asegurar las distancias de seguridad”.
Por otro lado, Montse Ruiz, presidenta de la Flampa Gades, contó cómo ha vivido este trimestre dentro de la denominada nueva normalidad, aunque asegura que “ha habido pocas variaciones respecto al pasado curso, incluso ha ido a peor, porque se ha quitado el personal Covid de los centros y los niños siguen con clases masificadas y con mascarillas”.
También afirmó que la vacunación ha aportado “cierta tranquilidad, pero es un ambiente raro al no volver las fiestas de los colegios, las reuniones siguen siendo telemáticas... Se está perdiendo la cercanía y queremos que vuelva, por eso animamos a la vacunación, aunque aún hay gente reacia, y con derecho, pero hay que avanzar”.
Además, explicó que “no ha habido una alerta por positivos como el curso pasado. Los protocolos eran menos escandalosos, ya no se confinan a clases enteras, solo el círculo de contacto. No es el miedo de antes”.
Por último, lanzó un deseo para el 2022: “Fuerza, unión y que los niños disfruten de la normalidad tan deseada”.
