Un año más se celebró el tradicional Pregón de la Semana Santa de San Fernando, en el Real Teatro de Las Cortes. En esta ocasión lo ofrecía el cofrade José Luis Cordero Baro en un teatro que se volvía a abrir para un pregón tras el último en 2019 Tras el rezo del Angelus, se escuchó la marcha Rocío de Manuel Ruiz Vidriet y Manuel Pérez Tejera en honor del pregonero, interpretada por la banda de San José Artesano.
Tras la marcha tomó la palabra el presentador del pregonero, Jesús Rodríguez Vidal, que empezó diciendo que hoy le “tocaba hacer de Pilatos” para presentar al pregonero al pueblo. Hizo una breve reseña de la vida del pregonero, para luego adentrarse en su vida cofrade, ligada a la hermandad de Medinaceli desde su nacimiento, donde ha pasado por su grupo joven y hoy sigue perteneciendo a su junta de gobierno.
Quiso hacer una presentación para que se conociera su forma de ser, su vida o su gente, admitiendo que el pregonero lo había elegido “sabiendo como eres y a lo que me expongo para bien o para mal”. Para él Jose Luis es como un hermano y tienen en común la Semana Santa, el Rocío, la feria y sus familias muy amigas.
En una presentación desenfadada presentó a su amigo con varias anécdotas que han vivido, incluso los momentos de ser nombrado pregonero y la espera de estos dos años desde que fue nombrado.
Sonó luego la marcha Amarguras de Font de Anta. Antes de iniciar el pregón se oyeron unas palabras pertenecientes al pregón de Daniel Nieto Vazquez, que no pudo dar por su fallecimiento en 2020.
Comenzó su pregón acordándose de cómo recibió un pregón, que ya no sería pronunciado y con unas noticias que no auguraban nada bueno.Pero ya ahora “vengo a anunciaros lo que estaba en mis sueño”, haciendo un recorrido por todas las hermandades isleñas “Tú me elegiste Señor”, comenzaba una parte de las más emotivas donde deja claro que para él “Dios habita en la iglesia Mayor y no es otro que Tú, mi Medinaceli”.
Un pregón lleno de vivencias y que no defraudó y gustó a los presentes y que ha merecido la pena esperar para escucharlo. Terminó con estas palabras: “Tras dos años de espera, queá bonita la vida que hoy me permite anunciaros, que en tan solo siete días será Domingo de Ramos y por las calles de La Isla volverán las cofradías”.
El pregón terminó con la interpretación de la canción de Que bonita la vida, de Dani Martín y los himnos de Andalucía y España.
Como ya es tradicional, todos los domingos de Pasión, las iglesias se abren para que los devotos y fieles pueden visitar a los diferentes montajes, que hoy en día, por motivos de la pandemia han pasado a ser actos de veneración de las diferentes imágenes devocionales.
Han estado en acto de veneración, entre otras, la Vírgenes de la Estrella, Trinidad, Salud, Penas, Desamparados, Buen Fin, el Cristo de la Vera Cruz, el de Expiración y Afligidos durante toda la jornada, en sus altares efímeros.