La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha defendido la labor de los agentes que redujeron el 12 de septiembre en Mairena del Aljarafe (Sevilla) a un hombre de 37 años que falleció posteriormente, para asegurar que usaron "las técnicas imprescindibles para lograr su control".
A través de su perfil en Twitter, esta asociación ha señalado que "los compañeros actuaron ante una persona agresiva" utilizando las citadas técnicas, y para lograr el "control necesario para evitar riesgos", de modo que no hubiese que usar una fuerza mayor.
Señalan también que se evitó que se produjese daño tanto hacia la familia del detenido como para los propios agentes.
Los compañeros actuaron ante una persona agresiva utilizando las técnicas imprescindibles para lograr su control. Control necesario para evitar riesgos tanto para la persona (no tener que utilizar una fuerza mayor) , como para terceros (familia y agentes)https://t.co/VR1ARDYffG
— AUGC_Seguridad Ciudadana (@AUGC_SegCiudada) November 10, 2022
Sobre este asunto, el titular del juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla ha llamado a declarar a los padres del detenido, que falleció el pasado 19 de septiembre tras ser reducido por la Guardia Civil y sufrir una parada cardiorrespiratoria que lo dejó en coma una semana antes.
Los padres pidieron ayuda a la Guardia Civil, porque su hijo "estaba muy violento”, pero no atendió a razones y fue reducido en el suelo por los agentes, que usaron para ello elementos como defensas extensibles, y, durante la detención, en la que participó una unidad más de apoyo del Instituto Armado, se habría producido la parada cardiorrespiratoria.
Fuentes de la investigación han informado a EFE de que el fallecido había consumido cocaína antes de que se produjeran los hechos, y sufrió lo que se denomina “delirio agravado”, que se produce cuando se padece alguna patología que aumenta por el consumo de alcohol o sustancias.