En una carta con motivo de la XLIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Rouco asegura que la influencia de los medios de comunicación no ha dejado de crecer desde su aparición, con efectos positivos, pero también “negativos, e, incluso, destructivos, desde otros puntos de vista”.
Estos efectos negativos se producen “al ponerse (los medios de comunicación) demasiado frecuentemente al servicio de procesos sociales y culturales profundamente degradantes de la dignidad del ser humano”.
Rouco pide que los medios comuniquen “la verdad y en la verdad” cuando “se informa de los acontecimientos y de las personas socialmente relevantes; cuando se forma la opinión pública con el análisis y la reflexión intelectual: cuando se abre el debate sobre las grandes cuestiones”.