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Miércoles 20/11/2024
 
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Huelva

21 meses de cárcel por romper el alejamiento de su expareja y amenazarla

Fue al domicilio de su ex amedrentarla, tiró piedras a la ventana rompiendo los cristales, y amenazó de muerte a ella y a los familiares

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  • Audiencia Provincial de Huelva. -

El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva ha condenado a un hombre a 21 meses de cárcel por romper el alejamiento que tenía de su expareja y acudir a su domicilio donde, para amedrentarla, tiró piedras a la ventana rompiendo los cristales, y amenazó de muerte a ella y a los familiares que le pidieron que se marchara.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, le considera autor de un delito de quebrantamiento de condena por el que le impone un año y un día de prisión; de un delito de amenazas leves sobre la mujer con quebrantamiento de condena, por el que suma otros diez meses de cárcel, así como la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante tres años y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros a la mujer y comunicarse con ella durante tres años, y además deberá indemnizar a la familia de la mujer con 127,17 euros.

Se considera probado que el acusado fue anteriormente condenado como autor de un delito leve de vejaciones injustas sobre su expareja a las penas, entre otras, de prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de ella.

Pese a saberlo, el 18 de enero de 2021 cuando entró en un establecimiento en la Calle Ancha de la localidad onubense de Punta Umbría y vio que se encontraba allí la mujer en compañía de otras personas, permaneció allí, siendo ella la que al comprobar que pese a la orden que tenía el acusado no se iba del lugar, decidió marcharse a su casa.

Una vez allí y aproximadamente una hora más tarde, el acusado se acercó al domicilio familiar de la mujer y, sabiendo que estaba dentro y con clara intención de asustarla y menoscabar su tranquilidad, comenzó a tirar piedras a su ventana.

Al salir el padre y la hermana de la perjudicada para decir al acusado que se marchara éste comenzó a gritar que los iba a matar a todos y seguía tirando piedras rompiendo los cristales cuyo coste de reparación ascendió a 127,17 euros. 

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