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Viernes 22/11/2024
 
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Jaén

La Junta destaca la calidad del agua en las zonas de baño interior de la provincia

a situación de estas aguas se desprende del informe elaborado por la Consejería de Salud y Consumo

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  • Charco del Aceite o de la Pringue. -

La delegada territorial de Salud y Consumo en Jaén, Elena González, ha destacado este jueves que las aguas de las zonas de baño en la provincia se encuentran "en estado de calidad adecuado".

Se trata, en concreto, el embalse del Encinarejo y río Jándula de Andújar; el embalse del Rumblar, en Baños de la Encina; el arroyo Los Molinos de Siles; el río Guadalquivir (Puente de las Herrerías), el río Borosa en Santiago-Pontones; el río Aguascebas en Mogón (Villacarrillo) y río Guadalquivir en Villanueva del Arzobispo.

La situación de estas aguas se desprende del informe elaborado por la Consejería de Salud y Consumo, que se realiza cada temporada de baño sobre el estado del litoral y zonas de baño interior en la época veraniega, en concreto, del correspondiente a la primera quincena de agosto.

Este estudio se basa en los análisis realizados por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. Para ello, la Consejería ha vigilado las citadas ocho zonas de baño continentales de la provincia.

"Estas zonas son aptas para el baño, ya que sus aguas se encuentran en una calificación buena y excelente, por lo que los jiennenses pueden seguir disfrutando de nuestra tierra en los días de verano", ha afirmado la delegada territorial de Salud y Consumo.

El periodo de muestreo se realiza en la provincia jiennense entre el 1 de julio al 31 de agosto con una muestra inicial en junio. En total se llevarán a cabo a lo largo del verano cinco muestras por ocho zonas de baño por lo que, habrá 40 visitas de inspección y 40 tomas de muestras.

Las muestras de agua analizadas en las zonas de baño de la provincia de Jaén se llevan a cabo para determinar los diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, como los macroscópicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes, restos orgánicos y cualquier otro residuo --cristal, plástico, caucho, madera-- que pueda afectar a la salubridad de las aguas y se considere de interés sanitario.

González ha indicado que las continuas labores de vigilancia de la calidad de las aguas de baño permiten elaborar quincenalmente informes sobre el estado sanitario de las aguas de baño.

Además, ha aludido al importante papel de los ayuntamientos, encargados de mantener las condiciones de salubridad de las zonas de baño, vigilar los posibles puntos de vertido y adoptar las medidas que les requieran las administraciones sanitarias y ambientales.

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