La tercera fase de exhumaciones en el barranco de Víznar ha finalizado esta semana con la recuperación de 44 víctimas de la represión franquista, todas ellas con signos de una muerte violenta, generalmente con disparos en la cabeza, y también con marcas de torturas previas a las ejecuciones. Sus restos yacían en fosas comunes cercanas a las de los 49 individuos que han sido localizados en las dos intervenciones anteriores.
Así, el equipo de expertos dirigido por el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, Francisco Carrión, ha logrado exhumar en este lugar los restos de un total de 93 represaliados. Los trabajos de campo, que arrancaron a mediados de abril, darán paso ahora a las labores de laboratorio a fin de completar los informes históricos, antropológicos, forenses, arqueológicos y sociológicos que lleva aparejados el proyecto y que resultan clave para conocer las circunstancias exactas en que se produjeron estos crímenes, según detalla a Europa Press el profesor Carrión.
En paralelo avanzan los trabajos para la identificación de las víctimas, una vez que se han extraído las muestras de ADN que deben ser cotejadas con las aportadas por los familiares. Todo ello se encuentra en el laboratorio de identificación genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada con la esperanza de poder identificar al mayor número posible de personas y poder entregarlas a sus seres queridos. Será la propia Junta de Andalucía la que informe directamente a los familiares si se logran resultados positivos en las labores de identificación.
En principio no estaban previstas más exhumaciones en este lugar, pero el equipo recibió a principios de verano una buena noticia en forma de financiación. El Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática comprometió unos 140.000 euros adicionales para Granada, de los que 100.000 irán destinados al barranco de Víznar. Esta nueva financiación se suma a otros 70.000 euros procedentes del Comisionado de Memoria de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
La pretensión es retomar las exhumaciones a finales de año y continuar hasta el verano para liberar el barranco del "horror, la muerte y la tragedia" del que ha sido testigo, de modo que "permanezca como un lugar de memoria pero sin víctimas en fosas comunes", relata el director de los trabajos.
Junto a ello, el equipo de Carrión se prepara para emprender una campaña de excavaciones en otro de los Lugares de Memoria Histórica de la provincia, el Barranco del Carrizal, en Órgiva (Granada). A este paraje de la Alpujarra llegaban los camiones cargados de presos para fusilarlos y arrojarlos al vacío y, de hecho, se estima que allí yacen los restos de cientos de personas. Muchos de los republicanos allí enterrados procedían de los pueblos de la zona, de la costa granadina y otros de la Desbandá procedente de Málaga.