Una vez más un dirigente del PP madrileño lo ha vuelto a hacer. En esta ocasión, quien cogió el testigo de Esperanza Aguirre, Ana Mato o Cristina Cifuentes, entre otras, fue Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid: “Madrid aporta el 70 % de todo con lo que se sufragan los servicios públicos en España”. ¡Qué hastío, por Dios! A esta baronesa popular, nadie le ha explicado que no tributan los territorios, sino las personas; que las balanzas fiscales son perversas e injustas; que el poder centrípeto de la capitalidad atrae a las grandes empresas que tributan en Madrid por unos ingresos globales que facturan en el conjunto del país, y nadie le ha explicado que si Madrid es la locomotora económica del país lo es a costa de laminar, con una evidente competencia desleal, las posibilidades de desarrollo del resto de autonomías. Ya lo dijo la OCDE, un organismo internacional nada sospechoso de ser social-comunista, cuando denunció en 2021 que la Comunidad de Madrid es un “paraíso fiscal interno” al aplicar una tasa del 0% en el impuesto de Patrimonio. Gracias a esta bonificación, el número de ricos había aumentado por aquel entonces un 10 % frente a otros territorios.
Por eso resulta vergonzoso que esgriman, como si nos estuvieran perdonando la vida a cada instante, que nadie como ellos aportan tanto al erario público y reciben menos del Estado. Habría que recordarles cada vez que empleen ese falso argumento que Madrid aporta solo una pequeña parte de lo que previamente ‘roba’. Menos mal que el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández Pacheco, preguntado por las palabras de Ayuso, espetó que Andalucía “no le debe nada a nadie”. Con todo, para contundencia la del ex rector de la Universidad de Sevilla y ex consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, en Acento Andaluz de 7 Tv Andalucía; “Lo que está pasando con Díaz Ayuso es una simple y llana vergüenza con las barbaridades que dice, con perdonarnos la vida al resto de los ciudadanos de España mirándonos por encima del hombro, cuando hay que recordarle que si Madrid no fuera la capital de España sería Ciudad Real, es decir,nada. Madrid existe como realidad porque es la capital de España que hemos decidido entre todos los españoles y si mañana decidiéramos que no es la capital, las ventajas que tiene estarían en otro lugar. Madrid responde a una decisión política porque no tiene ninguna ventaja competitiva. De tal manera que la que nos debe la vida al resto es Madrid y hay que empezar a decirlo”.
