La Universidad de Córdoba ha participado en un proyecto con financiación europea sobre el uso de aguas regeneradas para el riego agrícola en dos cultivos representativos del campos andaluz, como son el olivar y el tomate.
Las aguas regeneradas son "aguas procedentes de estaciones depuradoras que han sido sometidas a un tratamiento de regeneración que adecúa su calidad para ser usadas en el riego", según ha señalado el investigador Ignacio Gómez, que forma parte del equipo.
Se trata de un recurso no convencional por el que la UE está apostando "ya que se reciclan tanto el agua como los nutrientes que contiene".
En la UCO ya se ha trabajado anteriormente con aguas regeneradas concluyendo que el uso de este recurso en cultivos como el del olivo, además de repercutir positivamente en el medio ambiente por el ahorro de agua que supone, permitía también un importante ahorro para el agricultor en materia de fertilización, al tratarse de aguas ricas en macronutrientes como nitrógeno o fósforo.
Ahora se pondrá el foco en sus consecuencias a largo plazo sobre la salud del suelo y los propios cultivos.
El proyecto I-ReWater tiene una duración inicial de tres años y está liderado por un consorcio multidisciplinar de 16 entidades de España, Portugal, Francia y Andorra con cuyos resultados se elaborará una estrategia de actuación a nivel internacional que servirá para definir las distintas etapas a seguir en el progresivo proceso de incorporación de las aguas regeneradas al conjunto de recursos hídricos disponibles destinados a regadío.