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Jueves 21/11/2024
 

Córdoba

La pasión por hallar las raíces a través de la genealogía, un pódcast con acento cordobés

El pódcast 'Historia y Genealogía' surge alrededor de la Cátedra de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba

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  • Enrique Soria (i) y Gonzalo J. Herreros. -

La pasión por encontrar las raíces a través de la genealogía y lo que supone para hallar explicación de hechos históricos son las bases del pódcast 'Historia y Genealogía', que ha surgido alrededor de la Cátedra de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba.

"Soy Aragorn, hijo de Arathorn". Esta presentación del personaje de 'El Señor de los Anillos' es una "manera muy gráfica" de cómo la genealogía siempre ha estado presente. "Eso es genealogía. Me estás diciendo quién es tu padre".

El catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba, Enrique Soria Mesa (Granada, 1967), que es quien pone el ejemplo en el primer episodio del trabajo divulgativo, está convencido de que "la inmensa mayoría de las personas quieren encontrar sus raíces de la forma que sea".

El otro autor de los contenidos, el profesor de Historia en Enseñanzas Medias y doctor en Historia Gonzalo J. Herreros Moya (Córdoba, 1986), considera que "la genealogía explica demasiadas cosas en la historia".

En una entrevista con EFE, ambos han defendido la vigencia de la genealogía y el interés que despierta en la actualidad, más allá de que sea "la primera palabra del Nuevo Testamento", como señala Herreros en el episodio inaugural del pódcast, que aspira a llegar a todo el mundo de habla hispana y que se adorna con una versión a piano de la danza 'La gran pipa de la paz', de Jean-Philippe Tameau.

Una herramienta útil

"Es una pasión arrolladora y no puede uno imaginar, si no está metido en este mundo, lo que en todos los sentidos mueve de interés, pasión y obsesión por entender las raíces de cada uno", afirma Soria.

Para el catedrático, "hay un infinito deseo de saber qué es, qué fue uno, y eso se hace a través de la genealogía, más allá de los conocimientos íntimos que puede tener una persona en sí mismo o de su entorno más inmediato", lo que la hace "una herramienta utilísima".

A su juicio, "la genealogía es una ciencia, o si no se hace bien, un arte basado en la reconstrucción del pasado familiar de una persona, de una familia o de un grupo".

Y ha añadido que trata de "reconstruir el pasado de, sobre todo, la persona a través del estudio de sus antepasados, de sus ancestros, pero también teniendo en cuenta los colaterales, es decir, no solo los padres, los abuelos, bisabuelos, hasta donde lleguen, sino los tíos, los primos, etcétera, e intentar darles un significado económico, social, cultural, político, para saber de qué estamos hablando, no solo un esqueleto de nombres y nada más".

En esa dimensión histórica es en la que Gonzalo Herreros pone énfasis: "La genealogía explica demasiadas cosas en la historia y, de alguna manera, en la contemporaneidad parece que eso ha quedado ocultado, la cultura genealógica que había en los siglos pasados evidentemente hoy no tiene tanto peso".

Poner luz sobre las estructuras

De cualquier forma, subraya, "sin ella no se entiende la historia y no se entiende parte del presente". De ahí que "el pódcast, de alguna manera, es un punto reivindicativo, de poner luz sobre algo que está detrás de tantas estructuras y que no se sabe o no se le da importancia".

Hoy día, apunta Soria, supone "una pasión que mueve miles de millones de euros, no es una forma de hablar. Es decir, estamos hablando de páginas (web) muy fuertes a nivel internacional que pueden tener cien millones de suscriptores, gente que invierte infinidad de tiempo, dinero, dedicación e interés en esto".

Este modo de acercamiento a la genealogía, precisa Gonzalo Herreros, es “uno de los problemas que tenemos”. Propuestas como "conoce el escudo de tu apellido o un diccionario de apellidos nada tienen de científico de histórico, de riguroso".

Perder parte de la historia

El catedrático explica en el primer episodio de 'Historia y Genealogía' que si no se estudia la genealogía en el Ayuntamiento de Córdoba, o un Consejo de Monarquía o quienes fueron los embajadores o los generales en una época determinada "se pierde muchísimo porque esas personas no están allí únicamente por sus méritos, básicamente están, inicialmente al menos, porque son parte de un engranaje familiar que los ha colocado allí".

Algo que no se ha quedado en el pasado, según sentencia Herreros: "Para explicar las élites, hoy está mucho más desdibujado, pero sigue siendo útil la genealogía, mucho menos que en el siglo XVIII, pero sigue siendo sintomático cómo las élites económicas y culturales son de un aspecto mucho más amplio, no como en el Antiguo Régimen, pero siguen yendo a las mismas universidades, a los mismos clubes sociales, a los mismos ambientes políticos y se siguen casando entre sí".

Esto supone, en su opinión, que "las élites sigan teniendo un comportamiento algo más desdibujado, pero con mucha endogamia de apellido, nivel económico que sigue explicándonos, no tanto como antiguamente, pero en parte, los que están ahí en los espacios de poder, altos funcionarios, partidos políticos, grandes empresarios. No lo explica todo, pero sí parte de por qué esos grupos dirigentes se comportan como se comportan a nivel familiar". 

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