"El matrimonio es la unión de cualquier ciudadano por tres meses y a los tres meses ese contrato puede ser disuelto por cualquiera de las partes, sin dar ninguna razón, es decir, es un contrato mucho más leve que contratar un servicio telefónico o de telefonía móvil, que usted tiene muchas dificultades para rescindirlo, para celebrar uno nuevo", ha asegurado el portavoz episcopal.
Durante la comparecencia para informar de la última reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino ha asegurado que las leyes que regulan las uniones en España son "irracionales, injustas y perjudiciales para el bien común", sobre todo la regulación del matrimonio homosexual.
"Hay un descenso general del número de global de matrimonios, que es preocupante, que tiene que ver con la natalidad y que tiene que ver con el apoyo al matrimonio y a la familia, que tiene que ver con el respeto a la vida y el déficit grave de una política familiar bien enfocada", ha añadido, en alusión a los últimos datos del INE que reflejan una reducción de estas uniones en un 3,8 por ciento durante el primer semestre de 2010, respecto al mismo periodo de 2009.
El portavoz de la CEE considera que se trata de un asunto "muy grave" y ha recordado que el Papa ha denunciado que la ausencia de esa política de familia "es uno de los elementos que tiene que ver con la crisis económica".
"Hay demasiadas políticas hostiles al matrimonio y a la vida, demasiados apoyos a ideologías, como la ideología de género, que informa en los últimos tiempos la legislación de nuestro país que agravan notablemente este problema", ha indicado.
Además, Martínez Camino considera que las estadísticas "son engañosas", porque los matrimonios canónigos "no se pueden repetir" -cree que están descendiendo menos-, mientras que los civiles son "más baratos y repetibles".
En relación a la propuesta de la ley de Igualdad de Trato de impedir el concierto con colegios que eduquen por sexos, considera que "no implica una falta de discriminación el que voluntariamente algunos padres o familias quieran que sus hijos, hasta una cierta edad, se formen con un sistema de educación diferenciada, como en otros países civilizados y democráticos del mundo".
"No se trata de imponerlo, pero tampoco de prohibirlo o de discriminarlo negativamente, sino dejar la opción y ver qué consecuencias educativas tiene".
Martínez Camino ha lamentado la subida de la tasa del paro conocida hoy y ha dicho que la Iglesia seguirá apoyando a las familias y a las personas "que sufren" esta situación, gracias al aumento de las aportaciones a las parroquias y a Cáritas realizadas generosamente por los ciudadanos.
Los obispos han mostrado su preocupación por los atentados "cada vez más frecuentes y sangrientos" que sufren algunas comunidades cristianas en varios lugares del mundo y ha pedido al Gobierno que apoye la propuesta de otros estados europeos para que se incluya la cuestión en la agenda del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE del próximo día 31.
