La plataforma Unidos por el Agua, tras declarar el pasado lunes la Junta de Andalucía apta para el consumo humano el agua que llega a los grifos de los 80.000 habitantes del Norte de la provincia, después de un año bebiendo solo el agua que llegaba en camiones cisterna, considera que la suspensión de dicho servicio "debería haberse hecho de forma progresiva, ya que la población aún no se siente del todo segura con el agua que actualmente sale de los grifos".
Junto a ello y a través de un comunicado, la plataforma ha solicitado a la Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa), dependiente de la Diputación de Córdoba, "que se abstenga de aplicar aumentos de tarifas a los ciudadanos de la zona Norte de Córdoba durante un periodo mínimo de 12 meses, para así compensar el tiempo en el que han estado privados del suministro de agua potable y pagando por un servicio que no recibían".
En cualquier caso, Unidos por el Agua, que se define así misma como una "asociación ciudadana independiente que defiende el derecho a un agua de calidad para todos los habitantes" del Norte de la provincia, celebra que el agua que llega a sus casas vuelva a ser potable, y ha dicho esperar "que este hito marque el inicio de un proceso sostenido en el tiempo de mejora de todas las infraestructuras que han de garantizar un agua de calidad, para siempre y para todos los usos en las comarcas del Guadiato y Los Pedroches".
Por otra parte, la plataforma tiene el convencimiento de que "este proceso de mejora solo podrá darse con una visión a largo plazo y con inversiones de relevancia por parte de las administraciones competentes".
Igualmente, la plataforma ha lamentado que, "tras un periodo de 12 meses sin abastecimiento domiciliario de agua potable, no existan todavía planes sobre medidas realmente estructurales que permitan garantizar con total seguridad y a largo plazo el suministro de un agua de calidad para todos los usos en la zona Norte de Córdoba".
En este sentido, Unidos por el Agua se ha refirmado en sus reivindicaciones, que han sido recientemente trasladadas a los ayuntamientos de la zona, a través de una moción para su aprobación por los respectivos plenos, y que incluye como puntos de acuerdo el "rechazo a la mezcla del agua de Sierra Boyera con la de La Colada en las condiciones de pésima calidad en las que esta última se encuentra y mientras no se plantee una solución de potabilización realmente adaptada a dicha calidad".
También reclama la plataforma la "aplicación de todas las medidas necesarias para evitar que se siga produciendo la llegada de contaminación al embalse de La Colada, por ejemplo con la terminación de los emisarios a la EDAR de Pozoblanco", y que también se evite respecto al embalse de Sierra Boyera "y a las aguas subterráneas, con especial enfoque en la construcción o adecuación urgente de las EDAR", procurando, igualmente, "la identificación y eliminación de otros posibles focos de contaminación".
De la misma forma, pide la plataforma "la construcción de una red de separación pluvial en las calles de los municipios y de tanques de tormenta aguas arriba de las EDAR, con el fin de evitar, durante episodios de lluvias, desbordamientos en los aliviaderos de estas EDAR y la consecuente contaminación de los arroyos y ríos por los vertidos de aguas sin depurar a los que estos desbordamientos obligarían".
A ello debe unirse, en opinión de Unidos por el Agua, la "atualización de la ETAP de Sierra Boyera a las tecnologías mas avanzadas, que anticipen futuras necesidades de mejora de los procesos de potabilización, y realizar un plan especifico para descontaminar La Colada y poder darle uso en el futuro".
Además, es precisa la "construcción de conexiones entre los embalses de Puente Nuevo y Sierra Boyera y de La Serena (Zujar) y La Colada. Esta se considera la solución definitiva a necesidades de abastecimiento durante futuros episodios de sequías prolongadas que, según indican los expertos, el cambio climático hará mas frecuentes en el futuro".
Por último, la plataforma sigue demandando la "convocatoria urgente de la Mesa del Agua y, en ella, a todas las administraciones, sectores económicos implicados y ciudadanía para, en un ejercicio de inteligencia colectiva y dialogo, lograr el establecimiento y seguimiento de una hoja de ruta de soluciones que den respuestas a los problemas actuales y los retos futuros".
