El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado una sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba que condena a cinco años y seis meses de prisión a un hombre, de 33 años, por un delito de agresión sexual sobre su expareja, con las atenuantes analógicas de reparación del daño y de adicción al alcohol, aunque "agravado por haber estado ligado con la víctima por una relación de afectividad análoga a la conyugal y por haber empleado un arma", todo ello en un municipio del norte de la provincia.
Según recoge la resolución, el Alto Tribunal andaluz ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por el acusado y confirma la sentencia de la Audiencia de Córdoba, aunque cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS).
En concreto, se da por probado que el varón mantuvo una relación sentimental con una mujer durante cuatro años, fruto de la cual nació una niña que, a la fecha de los hechos, contaba con dos años y medio de edad. La relación se había roto días antes de los hechos objeto de este proceso, el día 25 de diciembre de 2019, de modo que el procesado se trasladó a otra vivienda distinta de la de su ya expareja.
Al respecto, el día 4 de enero de 2020, la mujer recibió una llamada del acusado en la que le decía que quería que fueran juntos a comprar cosas para la hija de ambos, accediendo a acompañarle. Tras recogerla con su vehículo, el varón le dijo que antes tenía que ir donde sus caballos para recoger unas llaves, yendo ambos hasta un camino.
Una vez allí, el hombre le dijo a la mujer que tenían que hablar, que no podía seguir sin ella y que quería volver a retomar la relación. Comenzó a insistirle en ello y "se puso nervioso y alterado". Ante "la negativa constante y reiterada" de ella a retomar la relación, le insistió en que debían seguir juntos "con violencia verbal centrada en esta cuestión".
Si bien, ella le dijo que no quería seguir con él, "violentándose cada vez más" el acusado, "acabó buscando un cuchillo que tenía junto a la paja para el ganado". Así, viendo ella el estado en que se encontraba y al ver el arma blanca que llevaba, "cedió a mantener relaciones sexuales ante el temor que tenía, sin que este fuera su propósito en momento alguno".
Cuando acabaron la mujer le pidió que la llevara de vuelta y, tras marcharse el procesado, ella interpuso en una denuncia en dependencias de la Guardia Civil.
Además de la pena de prisión, el hombre ha sido condenado a una orden de alejamiento durante siete años; la pena de libertad vigilada, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad, por tiempo de siete años; la inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleven contacto regular y directo con personas menores de edad, por siete años; la privación de la patria potestad durante tres años, y el pago de una indemnización a la víctima en la cantidad de 12.000 euros por los daños morales.