Según ha informado la Benemérita en un comunicado, la investigación se inició ante las sospechas de que, en determinado domicilio, pudiera existir un punto de venta de droga, dado que los vecinos se quejaban del continuo trasiego de personas que, al parecer, acudían a comprar y consumir, siendo algunos de ellos menores de edad.
Por todo esto, la Guardia civil montó un dispositivo para cerciorarse de la veracidad de dichas sospechas. Una vez comprobado, se solicitó a la persona que consta como dueña de la vivienda un permiso de entrada y registro voluntario a dicha vivienda. Así, esta persona accede e informa a los agentes de que en el domicilio vive su hijo, puesto que ella no usa esa vivienda desde hace meses.
Cuando procedieron al registro de la vivienda comprobaron que, efectivamente, existía droga en la misma. De esta manera, se incautaron seis ramas de cogollos de marihuana y varias bolsas de la misma sustancia lista para su venta. En total, arrojaron un peso de 900 gramos de marihuana. Además, también se incautaron 20 gramos de hachís en trozos y una balanza electrónica.
En el registro, los agentes observaron que el cuarto de baño había sido habilitado como invernadero para el cultivo de plantas de marihuana, al estar provisto de lámparas, bombillas de gran potencia, un transformador eléctrico, un programador, un censor de humedad, abono y todo tipo de objetos necesarios para esta actividad ilícita. Asimismo, en otra habitación, todo está dispuesto para secar las plantas de marihuana.
Al registrar la vivienda, la Guardia Civil también encontró una pistola de 9 milímetros de fogueo y 29 cartuchos. Por todo esto se procede a localizar y a detener a S.S.B., vecino de Marchena de 24 años de edad, por un presunto delito contra la salud pública.
