Un año más la hermandad del Rocío de Arcos ha emprendido su camino hacia la aldea del Rocío. Cumpliendo la tradición, los hermanos se congregaron en la parroquia de San Francisco para oír la misa de romeros. Tras la misa, el cortejo que acompañaba al Simpecado se trasladaba por las calles del municipio hacia el recinto ferial, lugar de salida habitual de los hermanos rocieros. Allí, todo estaba preparado para marchar hasta Sanlúcar de Barrameda, donde tomarían la barcaza hasta Doñana y, desde allí, continuar su marcha sobre las arena de Coto.
Desde muy temprano los romeros se preparaban para lo que será un largo camino. Ilusiones, esperanzas y, sobre todo, el deseo de encontrarse con la Blanca Paloma es siempre la mejor compañía en este viaje.
Unos 230 hermanos, la mitad con respecto al año pasado, hacen este año el camino con la hermandad. La crisis económica se ha dejado notar también en este aspecto. Faustino de la Villa, hermano Mayor, aseguró antes de partir, que echaran de menos a los que no han podido hacer el camino. “Hay hermanos que vienen cada año y, en esta ocasión, no podrán hacer el camino por la situación económica, pero los tendremos en nuestro pensamiento y podremos disfrutar de su compañía en la aldea, porque allí sí que podrán estar”.
La salida de la hermandad ha estado muy concurrida en esta edición. Los alumnos de infantil de La Salle pusieron la nota de color”. Y es que la hermandad no debe estar preocupada por la continuidad, ya que han sido muchos los pequeños que ataviados con sus trajes de flamenca y de corto han acompañado al cortejo.
Una vez en la aldea son muchos los actos ineludibles para los romeros; la presentación ante la Virgen el sábado o la misa y peregrinación el domingo, “son muchos los días y muchos momentos emotivos, que no sé con cual quedarme. Quizás con los hermanos que van a pie, que se agarran a la vara del Simpecao, realizando plegarías y dando gracias por tantas cosas. Sólo pido que María Santísima proteja a nuestro pueblo y a nuestra hermandad”.
Durante la salida, el alcalde y el primer teniente de alcalde, José Luis Núñez y Manuel Erdozain, quisieron acompañar a los rocieros. Núñez felicitó a la hermandad por sus 20 años de historia.
