La Asamblea General extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha comenzado hoy con la presencia del presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, y de representantes de los trece clubes disconformes con el reparto de los ingresos por los derechos televisivos.
La reunión fue convocada después precisamente de que esos clubes -Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Betis, Celta, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Sevilla y Zaragoza- solicitaran a la LFP que se celebrase una Junta de Primera División, en la que habrían tenido la mayoría, para debatir y aprobar sus demandas.
El organismo que preside José Luis Astiazarán, sin embargo, consideró que los asuntos que los clubes pretendían discutir -además de con la gestión de los derechos audiovisuales, protestan por los horarios fijados para las tres primeras jornadas de liga- eran competencia de la Asamblea General, en la que también participan los veintidós clubes de Segunda División.
Aunque los "rebeldes" llegaron a plantearse no asistir por ese motivo a la reunión de hoy -que el presidente del Sevilla, José María del Nido, calificó ayer mismo de "falta de respeto impresionante"-, finalmente sí están presentes en la Asamblea General, donde se ha visto a un representante del club hispalense.
También han llegado el presidente y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil-Marín; el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa; o el gerente del Getafe, Fernando Santos de la Parra.
Ni ellos ni representantes de otros clubes como Manuel Llorente, del Valencia, o Carlos Suárez, del Valladolid, han hecho declaraciones a los medios a su llegada a la reunión, que estará presidida por Astiazarán y Cardenal.
El anuncio del presidente del CSD de que estaría presente en la Asamblea ha sido también determinante para que la mayoría de los clubes asistan a la misma, confiando en que su mediación pueda solucionar el conflicto.
Cardenal instó ayer en declaraciones a Efe a poner fin a lo que denominó "guerra del fútbol" e hizo un llamamiento al acuerdo y a la responsabilidad de todos y, en especial, de los operadores televisivos, Mediapro y Canal Plus.
"Deben abandonar toda postura de intransigencia. El fútbol español no puede permitirse las pérdidas millonarias que derivarían de una deficiente explotación comercial de los derechos de transmisión", señaló el presidente del CSD.
En este sentido, fuentes del sector audiovisual han señalado a Efe que en los últimos días los dos operadores han mantenido contactos para llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto.
Los clubes "rebeldes" habían llegado a amenazar con retrasar el inicio de la liga, previsto para el próximo fin de semana, si no se alcanzaba una solución "aceptable" a sus reivindicaciones, pero en las últimas horas sus representantes han rebajado el tono y ayer el sevillista Del Nido dijo que el comienzo de la competición "no corre peligro".
