La historia de la enfermedad de dos niños de 7 y 10 años, Antonio y Virginia, ha escrito una página de felicidad gracias a la solidaridad y colaboración de los vecinos de Ronda y Júzcar, quienes posibilitaron mediante la recogida de tapones de plástico, para su posterior venta, que estos niños pudieran ser operados. La intervención, que tuvo lugar hace algunas semanas, evidencia la mejoría en el estado de salud de estos pequeños jerezanos: “En el caso de Virginia, aunque con alguna dificultad porque aún está pendiente del proceso de rehabilitación, ya puede dar algunos pasos, y su madre nos contaba que no se mantenía en pie”, relató a RONDA SEMANAL Ángeles Fernández, concejal de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Júzcar, impulsora de una recogida de tapones en su pueblo con la que, más tarde, también colaboró la ciudad de Ronda: “La mayoría de tapones se acabaron recogiendo en Ronda, es lógico”, nos cuenta. El propio Ayuntamiento rondeño dispuso al final un camión para que todos los tapones recogidos pudieran ser trasladados para su venta.
“Las familias querían operar a sus hijos, y cada intervención de un médico ruso afincado en Barcelona y que se desplazó a Andalucía para operar a veinte de estos niños costaba 4.000 euros. Gracias a los tapones lo hemos conseguido entre todos”, afirmaba la concejal, al tiempo que añadió: “Está claro: un gesto tan sencillo como no tirar un tapón puede ayudar a mejorar la vida de un niño o incluso salvarla”.
VISITA A JÚZCAR
Antonio y Virginia han visitado Júzcar el pasado fin de semana. Han conocido a los pitufos del único pueblo azul pitufo del mundo, y han recibido el cariño de los vecinos que colaboraron con una de esas muchas causas sin rostro a las que finalmente lograron ponérselo: “Hay que agradecer también a los empresarios del pueblo que se hayan volcado con estos niños, organizando para ellos las actividades que se ponen en marcha los días festivos y fines de semana en Júzcar. Los pequeños y sus familias lo pasaron muy bien”, contó la concejal de Bienestar del pueblo pitufo. “Nuestros vecinos han comprobado que ayudar a los demás funciona, porque nos alegra a todos”.
Ángeles Fernández concluyó animando a los rondeños y serranos “a seguir recogiendo tapones o colaborando del modo que sea con cualquier familia que lo esté pasando mal en estos tiempos tan difíciles para todos”, concluyó.
