El pasado miércoles finalizaba el juicio por el caso de las viviendas del Residencial La Verbena, después de que sus propietarios decidieran emprender medidas contra la empresa promotora -el grupo Almendáriz- y los arquitectos implicados en las obras, argumentando una serie de defectos de carácter constructivo que provocaron la clausura de los bloques 2 y 4 de la promoción, ya que así lo ordenó el Ayuntamiento ante el evidente peligro y estado ruinoso de los inmuebles.
Los problemas comenzaron en el año 2006, cuando los vecinos comenzaron a apreciar inundaciones en los huecos de ascensores, en el garaje subterráneo, grietas en paredes, hundimiento de suelos y otros daños. Aunque todo puede ser consecuencia del deslizamiento de los terrenos de la ladera oeste de la ciudad, que también ha afectado a otros inmuebles y calles del centro urbano de la ciudad, los propietarios de las viviendas se han agarrado por ahora a los problemas constructivos de un total de 22 viviendas que casi todos compraron con la máxima ilusión en un lugar con bellas vistas de la peña de Arcos y junto al primer parque de la ciudad y al lado del recinto ferial. Mientras tanto, la empresa Almendáriz hubiera esgrimido problemas del terreno que desconocía cuando construyó los bloques.
El juicio se ha llevado a cabo en el Juzgado número uno de Arcos, cuya titular es una juez sustituta que teóricamente dejará su puesto en septiembre próximo, de ahí que los denunciantes esperen que la sentencia vea la luz antes de esa fecha. Sus peticiones son claras: que el grupo sevillano Almendáriz les devuelva el importe íntegro de las viviendas que aún siguen pagando al banco sin habitarlas, para poder adquirir una vivienda similar en un lugar “digno”; una situación que ha provocado un enorme problema en las familias, abocadas a pagar ahora un alquiler o a vivir en la vivienda de algún familiar, teniendo en cuenta que la mayoría de propietarios es gente sencilla, trabajadora y, ahora, en paro en más de un caso.
Si el precio de estas viviendas rondó los 120.000 euros, multiplicado por 22 supondría en torno a 2,6 millones de euros. Los afectados admiten que el seguro decenal ha respondido, de lo cual se deduce que, efectivamente, se han dado problemas constructivos en el edificio más afectado. El resto, aún en pie y habitados por sus propietarios e inquilinos, sigue temiendo por un caso semejante al de sus vecinos.
Los propietarios denunciantes no han prestado declaración en el juicio, recayendo esta tarea en el abogado de San Fernando que contrataron después de estudiar algunas ofertas, entre otros motivos porque algunos denunciantes son personas mayores que han rehusado a pasar el mal trago delante del juez, según explica el presidente de la comunidad de propietarios, Antonio Prieto. No obstante, han acudido a la cita judicial provistos de todo tipo de documentación e informes técnicos que acreditan el estado de las viviendas.
Sin embargo, la juez llamó a declarar no sólo a los representantes de la empresa promotora, incluso a un conocido arquitecto de Arcos que pudo certificar la calidad de la obra, ejecutada por otro conocido empresario de la localidad que se ha mantenido al margen del proceso judicial.
De otro lado, la respuesta de la Administración a este grave problema ha sido clara, pues incluso llegó a firmarse un convenio entre los gobiernos central y autonómico y el Ayuntamiento de la ciudad, lo cual ha servido para intervenir en la ladera cuyo corrimiento de terrenos ha podido provocar los daños en las viviendas, con episodios que han dado decenas y decenas de páginas en los periódicos por la magnitud del problema. Como ejemplo, por la zona desfilaron nombres como los de José Antonio Griñán, Manuel Chaves, Gaspar Zarrías y, ahora, otros dirigentes del PP preocupados y sensibilizados con el problema de los vecinos y de la zona en general.
El mencionado convenio sirvió para iniciar una actuación de consolidación de los terrenos, principalmente con la extracción de agua subterránea de la ladera y la inyección de hormigón, pero los trabajos, después de varios años, aún no han concluido.
