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Sábado 30/11/2024
 
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Huelva

Colaboración entre Ayuntamiento y la Iglesia Anglicana para recuperar el cementerio inglés

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez ha mantenido esta mañana un encuentro con el obispo representante de la Iglesia Anglicana en España, Carlos López Lozano

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  • Reunión en el Consistorio -

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez ha mantenido esta mañana un encuentro con el obispo representante de la Iglesia Anglicana en España, Carlos López Lozano, en el que se ha puesto de manifiesto que ambas instituciones han iniciado una línea de colaboración para la recuperación del cementerio inglés de la ciudad como parte integrante del importante legado británico de Huelva.
Pedro Rodríguez ha agradecido a Carlos López Lozano la “pronta respuesta” al requerimiento hecho por el Ayuntamiento para la limpieza del cementerio inglés, del que es propietaria la Iglesia Anglicana. Su representante en España ha informado de que ayer mismo comenzaron los trabajos de limpieza del camposanto, que “continuará en las próximas semanas con la restauración de las tumbas y lápidas que se encuentran en peores condiciones”, en palabras de López Lozano.
El alcalde, que ha estado acompañado en la reunión por el concejal de Turismo, Ángel Sánchez, ha destacado que la intención del Ayuntamiento es que el cementerio inglés, una vez recuperado, pueda ser visitable y formar parte de una de las rutas turísticas más demandadas por los visitantes de cuantas ha puesto en marcha el Ayuntamiento: la Ruta del Legado Inglés. El obispo anglicano ha remarcado que la Iglesia a la que representa “se pondrá al lado del Ayuntamiento para poner en valor un cementerio con un importante valor patrimonial”.
Según la valoración de los técnicos de Urbanismo, el solar se encontraba en muy mal estado debido a la acumulación de todo tipo de residuos. En consecuencia, se remitió a la propiedad un requerimiento para su limpieza y saneamiento
La Concejalía de Turismo trabaja para poner en valor como recurso turístico, al incluir el Cementerio Inglés en la denominada Ruta Británica por la capital onubense, junto a otros bienes o sitios de interés como el Muelle del Tinto, el Muelle Tharsis, el Barrio Obrero, la Casa Colón, la Estación de Sevilla, el Estadio Nuevo Colombino, la leyenda del ‘Hombre que nunca existió’ o el Centro de Visitantes ‘Huelva, Puerta del atlántico’.
La historia del Cementerio Inglés de Huelva arranca en agosto de 1868, cuando el vicecónsul británico Eduardo Díaz Gómez de Cádiz solicita autorización al Ayuntamiento para construir una necrópolis protestante en las inmediaciones del Cementerio Católico de San Sebastián. El motivo era poder dar respuesta a la creciente colonia inglesa en la ciudad, reforzado por su carácter de élite dirigente y su práctica del culto protestante.

En 1875 se aprueba el proyecto de obras con la condición de que el muro de cerca y portada, continuaran la imagen exterior del Cementerio Católico. En menos de tres décadas el Cementerio de San Sebastián se queda obsoleto, cada vez está más cerca de la ciudad y afectado por progresivas deficiencias higiénicas, obligan al Gobierno Civil de la Provincia a decretar, el 7 de febrero de 1885, la clausura del antiguo  cementerio y la construcción de uno nuevo.

Los arquitectos encargados de su diseño serán Francisco Monís y Pérez Carasa (1907-1928). El paraje elegido será la antigua Viña de Torres, su situación era idónea por el régimen de vientos, tipo de suelo y alejamiento de la ciudad. 

En el lateral izquierdo del Cementerio Civil (antiguamente denominado Católico), se encuentra el Cementerio Británico. A mano derecha, según se entra, se encuentran las tumbas más antiguas (provenientes del antiguo cementerio), a mano izquierda están los enterramientos más recientes. Justo en frente, nada más entrar, se aprecia una gran cruz céltica y dos cruces pequeñas, son las tumbas de la primera mujer del Doctor Mackay y de sus dos hijos.

Como detalles curiosos se pueden observar tumbas con cruces célticas, con un ancla en vez de cruz, con obeliscos, etc. Destacan las Tumbas de Guerra de dos pilotos (uno australiano, muerto con 27 años) y el inglés, muerto con 21 años) que fallecieron en Gibraleón; las tumbas de dos personas que murieron ahogadas en Punta Umbría; o una tumba con forma de baúl de un ingeniero que trabajó en el Ferrocarril Huelva-Sevilla.

Asimismo, diferentes mausoleos representan a las comunidades que hubo en la ciudad. Por parte alemana, está el de los Clauss, antiguos cónsules de Alemania en Huelva y consignatarios de buques; el de Weickert y los Fischt, dedicados a negocios de guano; los Dressel, famosos por la elaboración de las salchichas; o los Nielsen. Por parte británica, están los mausoleos de los Morrison (el de los talleres); Sinclair y Haselden (vicecónsules). Mientras que por parte francesa, destaca el del matrimonio Chardenal.

Sin embargo, la tumba más destacada del viejo cementerio inglés es la del ‘Hombre que nunca existió’, protagonista imaginario de una delicada operación militar en la que Huelva fue protagonista y que contribuyó a aportar un importante granito de arena para que la Segunda Guerra Mundial avanzara de manera favorable para los aliados.

El último enterramiento se realizó en 1995.

CEMENTERIOS BRITÁNICOS EN ESPAÑA

Hasta la fundación del primer cementerio en 1831, la muerte de  un protestante planteaba en España un problema, ya que antes de esta fecha no se preveía tal eventualidad. Sirvan de ejemplos la muerte en Santander del secretario del embajador inglés en 1622, a quien se denegó autorización para enterrarlo y el cadáver fue lanzado al mar pero los pescadores, temiendo por sus capturas, mientras el féretro de un hereje yaciese en sus aguas, lo izaron y lo arrojaron a tierra tan pronto se marchó el embajador.

En Málaga no se permitía a los protestantes el entierro a la luz del día, sino que había que llevarlos durante la noche a la orilla del mar y enterarlos allí en posición vertical, alumbrándose con una antorcha. Los cadáveres además de estar expuestos a ser devorados por los perros o barridos mar adentro por las olas, se veían agraviados por el vertido de basuras e inmundicias en los alrededores de su lugar de reposo.

Desgraciadamente en España, han desaparecido la mayoría de cementerios ingleses. El de Bilbao estaba en el solar que ocupa ahora el Museo Guggemheim; el del Puerto de Santa María también desapareció y el de Sevilla va también por el mismo camino.

Solamente Málaga, Madrid, Cazoña (Santander), Denia (Alicante), Tarragona, Lujúa (Bilbao), Las Palmas de Gran Canaria, Linares, Riotinto, Tharsis (principalmente escoceses) y Huelva cuentan en la actualidad con cementerios ingleses.

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