Escoltada por la tradicional y casi centenaria, Cabalgata Agrícola, la virgen de la Luz Coronada, Patrona y Alcaldesa Perpetua ha sido recibida esta tarde por miles de vecinos que esperaban su llegada a la ciudad como el inicio formal de los festejos de Septiembre. A la altura de la barriada de Pescadores, en la calle Batalla del Salado, el primer edil tarifeño, Juan Andrés Gil, en un gesto simbólico ha entregado a la imagen el bastón de mando de la ciudad, confirmando así su declaración como Alcaldesa Perpetua que cumple justo ahora un año.
Por otro lado, tras la Coronación Canónica de la talla mariana el pasado junio, el de hoy ha sido el primer traslado de la Patrona como Virgen Coronada para presidir los festejos de septiembre organizados en su honor.
Pasadas las ocho y media de la tarde, el cortejo encabezado por la imagen de San Isidro Labrador y seguido de la virgen Patrona llegaba a la altura de Batalla del Salado tras completar los casi ocho kilómetros que distan del Santuario de la Luz. Cerca de 400 jinetes según la organización de la Real y Pontificia Congregación de la Virgen de la Luz han escoltado a caballo el traslado de la talla en un Cabalgata Agrícola que el próximo 2014 cumplirá cien años de antigüedad.
Como cada año, la imagen Patrona ha sido recibida por representantes del clero local con el párroco Pedro Durán al frente, integrantes de la Junta de Gobierno de la Hermandad y distintos representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías. Asimismo el cortejo integrado por las reinas y damas de la Real Feria y Fiestas de Tarifa 2013, junto a las autoridades civiles y militares han completado la representación oficial en un desfile que en procesión, ha llegado hasta el centro de la ciudad.
A las puertas de San Mateo, donde permanecerá la imagen hasta el próximo 22 de septiembre, el párroco de Facinas y Tahivilla, Antonio Jesús Garrido ha pronunciado la plática de salutación.
La presencia de la imagen Patrona en Tarifa define todo un mes de Septiembre lleno de actos litúrgicos que remarcan la devoción hacia la talla.
