La Sección Tercera de la Audiencia de Málaga continúa este próximo lunes el juicio a cinco policías nacionales acusados de presuntos abusos sexuales a internas del Centro de Internamiento de Extranjero (CIE) de Málaga. Así, está previsto que la vista oral siga con la declaración de tres de los procesados, después de que el pasado día 30 de octubre ya declararan los dos primeros.
La Fiscalía acusa a los procesados de delitos de abuso sexual con consentimiento viciado, en dos de los casos con acceso carnal, y solicita para ellos diferentes penas, que van entre los dos y los 10 años de cárcel. Además, hay otras tres acusaciones, dos que representan a algunas de las mujeres, testigos protegidos en la causa, y una en representación de Andalucía Acoge.
En la primera sesión del juicio, las defensas y acusaciones plantearon sus cuestiones previas y la Sala acordó realizar gestiones para la búsqueda de 11 de las 19 testigos protegidas que no habían sido localizadas para declarar en el juicio. De hecho, en la última sesión celebrada, el presidente de la Sala informó de que se estaba a la espera de la respuesta de Interpol.
Los hechos sucedieron entre junio y julio de 2006. Según el escrito provisional del fiscal, los acusados organizaron en el CIE, cuando estaba en funcionamiento, en los turnos de trabajo de madrugada "cenas fuera de las habitaciones con las internas en las que bebían bebidas alcohólicas que facilitaban los agentes", apuntando que "se intimaba con las internas".
Así, "se les invitaba a asistir a cambio de comida, bebida, tabaco, regalos o usar el móvil", al tiempo que, según esta acusación, se creaba "un ambiente relajado de disciplina" que "los procesados buscaban para luego, si llegaba el caso, satisfacer su ánimo libidinoso con las internas", llegando, supuestamente, a mantener, en algunas ocasiones, relaciones sexuales.
Se considera que los acusados actuaron "prevaliéndose de su condición de policía" y se pone de manifiesto que se habría concretado la existencia de ocho actos con trascendencia penal. En este sentido, se apunta que en ocasiones, presuntamente llegaron a tener relaciones sexuales a las que las mujeres habrían dado "su consentimiento por la condición de autoridad" de los procesados.
Los dos policías que ya han declarado han negado las acusaciones de abusos y también que realizaran fiestas en el recinto con las mujeres o que les dieran privilegios, como comida, bebidas alcohólicas o cosméticos con el fin de que accedieran a tener contactos sexuales. Asimismo, declararon que no supieron de estas prácticas por parte de sus compañeros acusados.
Explicaron que a veces se sacaba a las internas para llamar por teléfono, pero siempre con el conocimiento del director y no de madrugada. Además, han lamentado que la falta de agentes femeninos los fines de semana impedía cachearlas esos días y que al haber obras en el recinto, la sala de tránsito se utilizaba para muchas cosas, como para comer, justificando así una foto en la que aparecía.
Además, uno de los procesados indicó que trataban bien a las internas y comprendían la situación en la que estaban, apuntando que "no éramos policías, éramos casi asistentes sociales"; mientras que el otro explicó que una de las testigos protegido se le ofreció sexualmente, enseñándole los pechos, y la rechazó, apuntando que desde que ella llegó "dije que iba a traer problemas".