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Viernes 22/11/2024
 

Jerez

“Ni es normal ni es lógico lo sucedido, pero sí cómo se ha reconvertido el grupo municipal”

Por profesión y experiencia en la gestión municipal, José Manuel Jiménez está muy centrado en las políticas sociales que se practican desde el Ayuntamiento, pero tampoco se muerde la lengua a la hora de hablar de la situación de su grupo municipal

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  • José Manuel Jiménez -

José Manuel Jiménez se estrenó como concejal socialista el pasado mes de octubre, ya que su designación como delegado en el pasado gobierno local fue a través de la ley de grandes ciudades y no tenía sillón en el pleno. Desde su llegada se ha mostrado como uno de los concejales más activos de un grupo municipal que ha visto renovados a cinco de sus concejales en menos de un año.

—La crisis dio la cara en el momento en el que usted era delegado de Bienestar Social, ¿pensó en aquel momento que íbamos a llegar a la situación actual?
—A nosotros nos cogió de lleno el cambio de ciclo. Siempre pensé que las cosas se iban a apretar, pero llegar a la situación a donde hemos llegado… se podía intuir, porque lo que sí tenía claro es que después de una crisis económica siempre hay una crisis social, que es lo que está pasando, pero aquí lo que ha ocurrido no ha sido sólo esa consecuencia, sino que se ha generado un desencanto hacia el propio sistema que ha devenido en conflictos, porque la situación es tan dramática y tan catastrófica que es lógico que culmine en estallido social, como ha ocurrido por ejemplo en Burgos. A los problemas sociales hay que buscarles salida y ahí tiene mucho que ver la política social que se practique, que ha de ser amortiguadora de las situaciones y no sintomática de la inestabilidad del propio sistema, que es lo que hace que la gente empiece a ponerse nerviosa. Creo que un buen ejemplo de esto que comento son las protestas que han desarrollado esta semana las personas contratadas por el Ayuntamiento a través del plan de exclusión social, que entienden que han sido engañados con sus contratos. 
 

—¿Cree que esa situación que empezó a originarse durante su gobierno les obligó a improvisar? Se lopregunto por las consecuencias directas de su propia gestión sobre la que ha tenido que poner en práctica el nuevo Gobierno.
—Cuando nos estalla la crisis a finales de 2007, los indicadores económicos de cara a 2008 ya nos indicaban que estábamos ante algo serio. A partir de ahí no se puede decir que tuviéramos que improvisar, ya que siempre tuvimos claro cuál era nuestro compromiso con los ciudadanos y en políticas sociales. Incrementamos el presupuesto de 6 a 13 millones de euros, pusimos en marcha todo el tema de la ley de dependencia, porque era un derecho que teníamos que propiciar, y a partir de ahí es verdad que la crisis nos estalla en pleno 2009 y lo que empezamos a notar es que los ingresos se nos caen y no podemos asumir todo lo que habíamos planteado, aunque también contamos con un apoyo muy importante, como fueron las inversiones del Plan E, para reconducir la situación. En cualquier caso, creo que el problema de la crisis cuando nos estalló fue la forma de entenderla y de gestionarla.
 

—La semana pasada llevaron a pleno, junto con los demás grupos de la oposición, una serie de propuestas para hacer frente a situaciones extremas en la ciudad, ¿cuáles entiende que son en este momento las situaciones límite que se producen?
—Hay problemas de alimentación, hay familias que están pasando necesidades. Afortunadamente, hoy día en Jerez, nadie se muere de hambre, pero sí es verdad que hay personas con bastantes dificultades. Por otro lado, el pago del agua. Es verdad que hay una bonificación del 90%, y por eso hemos exigido que se amplíe para que haya más personas que se beneficien. Nos decía el señor Saldaña que cuando gobernábamos nosotros también había cortes de agua, pero no es comparable aquella situación con la presente, y las nuevas situaciones exigen nuevas respuestas. Lo que hace cinco años se podía entender que entraba en la normalidad social, ahora mismo no se puede admitir. El pago de la luz y la vivienda, son los otros elementos clave en los que hay que actuar para conseguir que podamos decir que vivimos en una sociedad equilibrada y de bienestar. Cuando los ciudadanos no tienen lo esencial para vivir, no podemos decir que estamos en una situación cómoda, porque la sanidad y la educación son derechos reconocidos, y ha sido en las políticas sociales donde se han producido los mayores recortes, que es lo que nos obliga a intervenir e incrementar los esfuerzos.  
 

—¿Satisfechos con el respaldo que han recibido en pleno?
—La verdad que es un acuerdo de mínimos y el Gobierno, salvo algunas cuestiones puntuales, ha asumido las propuestas para aplicarlas, como que se dé facilidades a quienes no puedan pagar el recibo del agua, que no se le corte la luz a ningún ciudadano, que el stock de viviendas municipales se reactive reformulando su situación de venta a alquileres sociales o que no haya impagos en ayudas sociales. Es una lástima que se nos acusara de querer hacer caridad; nada más lejos de nuestra intención, ya que son medidas asistenciales para ayudar a familias con necesidades, ya que hay que ir más allá de ese plan estratégico de bienestar social que ha puesto en marcha el gobierno local y que ha demostrado que no está contrbuyendo a mejorar la situación. Hay que plantear nuevas estrategias y objetivos, y sobre todo contar con la financiación necesaria para llevarlas a cabo; lo que no es de recibo es que en las cuentas auditadas de 2012 haya quedado en evidencia que el Gobierno local dejó sin ejecutar más de 800.000 euros en ayudas económicas. Nos dicen que eso se ha revertido en 2013 y que se han incrementado incluso las ayudas previstas, y nos alegramos de que sea así, pero estamos en la obligación de criticar lo que ha dejado de hacer, porque estamos hablando de personas y no vale la demagogia, sino implementar medidas. 
 

—¿Tiene datos sobre el stock de viviendas municipales?
—El último dato que tengo del Consejo de Administración de Emuvijesa es que había en torno a 130 viviendas vacías, en las promociones Dédalo y Calipso, puestas a la venta, pero si no hay compradores lo que planteamos es que se le cambie el régimen y se le puedan dar soluciones.
 

—Habla también de las acusaciones sobre querer hacer caridad, ¿pero dónde está el límite entre caridad y medidas asistenciales?
—Yo no estoy muy de acuerdo con el concepto de caridad que utilizan muchos. Llevo muchos años trabajando en políticas sociales y caridad no es en realidad el término al que se refieren cuando la utilizan, en relación a que son las medidas que se ponen en marcha para satisfacer las necesidades más básicas de los ciudadanos; es decir, el objetivo es dar de comer. Mientras que las medidas asistenciales deben ir incorporadas a un plan de políticas sociales en el que además de atender esas necesidades básicas hay que complementar con otras medidas de políticas activas de empleo para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos.   Las medidas asistenciales protegen a los ciudadanos para cubrir sus necesidades más básicas, pero van inherente el poder promocionar a las personas para que se puedan incorporar al mercado laboral y pueda tener plenos derechos a la sanidad y la educación.
 

—Ha criticado que se haga demagogia, ¿pero acaso no se está haciendo con el tema del agua?. No hay que olvidar que la misma empresa privada que gestiona el agua en Jerez es la misma que la gestiona en Sanlúcar, y allí gobierna el PSOE.
—En Sanlúcar han tomado la decisión de que no se le corte el agua a nadie. Eso no es demagogia. Demagogia es cuando se intenta convencer al pueblo de algo que después no ocurre. No es demagogia cuando se critica que se le haya cortado el agua a 200 familias en un corto periodo de tiempo. Lo que hemos dicho siempre no es que no se le corte el agua a las personas por no poder satisfacer el pago del recibo por diferentes circunstancias, sino a las que tienen dificultades, y que sea Bienestar Social quien determine quién está en disposición de poder y quién no, y el que no pague porque no quiera que se le corte. Pero con la que está cayendo y las dificultades de tantas familias, hay circunstancias que no se pueden permitir. A lo mejor hace siete años esto no habría tenido la misma incidencia, porque las familias no estaban pasando tantas dificultades como hoy. El Gobierno local tendría que haber intervenido con antelación y no a posteriori, y se agradece que a posteriori lo hayan hecho, pero lo que no puede ser es que con la situación social actual no se haya contactado con antelación con el Ayuntamiento para alertarle del problema, sobre todo si se sabe que hay una partida municipal para afrontar esas circunstancias. Porque además hay otro problema añadido: si una familia no puede pagar 80 euros de un recibo, cómo va a poder pagar después esos 80 que debe más 65 del reenganche.
 

—También recalca que hace falta más dinero para atender las necesidades de la ciudad, ¿empezando por la Junta?
—Nosotros estamos para defender a los jerezanos, independientemente de quien gobierne en Andalucía y en Madrid. Y vamos a exigir a la Junta que siga poniendo recursos encima de la mesa, porque es nuestra obligación hacerlo, pero también hay que reconocer de dónde vienen los recortes que están impidiendo a la Junta que pueda hacer frente a las necesidades que se le plantean desde los municipios. Lo que no vale es que la Junta sea la culpable y obviar que también hay que reclamarle al Gobierno central, que es el que está recortando en las trasnferencias económicas a las comunidades autónomas.
 

—Actualmente hay 6.000 parados más que cuando entró a gobernar el PP, pero cuando ustedes dejaron de hacerlo había 13.000 parados más que en 2007, ¿hay que responsabilizar a quien gobierna de esos resultados?
—Creo que el tema del paro siempre se ha utilizado políticamente desde la oposición. Nosotros creo que hemos sido bastante honestos en este sentido desde que estamos en la oposición, porque entendemos que es un tema delicado y echarle la culpa a un gobierno que apenas tiene competencias en materia de empleo no es razonable. Pero también hay que recordar que la señora Pelayo mientras estaba en la oposición no había mes que saliera culpándonos de los incrementos del paro. En este sentido, tendría que aplicarse la misma regla de tres.
 

—Usted no fue concejal pero sí delegado en un gobierno con mayoría absoluta. Ahora es concejal en la oposición frente a un gobierno con mayoría absoluta. ¿Cree que son buenas dichas mayorías?
—No. Pero dicho esto hay que tener presente que es el pueblo el que las otorga. Lo que entiendo en este momento, ante una situación difícil y la desafección del ciudadano hacia la política, es que se exige que aún disponiendo un gobierno de mayoría absoluta tiene que pactar ante determinadas cuestiones con los demás grupos de la oposición. Un gobierno municipal con mayoría tiene que consensuar y dar participación, tanto a los grupos de la oposición como a los ciudadanos, del mismo modo que nosotros desde la oposición estamos obligados a apoyar aquellas medidas que entendamos que son buenas para Jerez.
 

—Estamos a menos de año y medio para las próximas municipales y las circunstancias por las que atraviesa su grupo municipal no son las más ventajosas. No sé cómo lo verán ustedes, pero desde fuera resulta bastante perjudicial para la imagen de su partido, sobre todo ahora que, temporalmente, están con solo tres concejales en el pleno...
—Quizás es una percepción externa, pero no a nivel interno, porque aunque en el pasado pleno sólo estuviésemos tres concejales sí que estamos trabajando junto a los compañeros que se van a incorporar próximamente. Pero en este momento nos planteamos este año y medio con optimismo, y reconociendo que venimos de una situación muy complicada, ya que después de un gobierno con mayoría absoluta y 15 concejales, los ciudadanos nos dijeron que no se sentían identificados con nuestro proyecto. A partir de ahí, lo primero que hay que reconocer cuando se está en la oposición es que uno está en la oposición, porque es lo que te permite plantearte qué tipo de política es la que quieres trasladar a los ciudadanos a través de tu labor. Creo que podemos seguir aportando a la ciudad en este año y nuevo, y vamos a plantear un proyecto de ciudad serio. Creo que Jerez lo que necesita es recuperar la confianza en sí misma. Hemos perdido la confianza en nosotros mismos, porque la situación es muy dura y necesitamos recuperar esa confianza a través de un proyecto político que redacten los ciudadanos junto a nosotros y con el que se identifiquen. El grupo municipal tiene que recoger ahora qué es lo que quieren los ciudadanos, qué ciudad es la que quieren, cuál es su futuro. Y en este sentido hay un camino por recorrer, con tiempo por delante, en el que hay que contactar con esos ciudadanos, y sobre todo con los que nos han reprochado que no hemos tomado las medidas esperadas, así como con los que ya nos están agradeciendo que hayamos vuelto. Hay que tener en cuenta que los compañeros que llegaron a la Corporación lo hacían después de estar en el Gobierno, y no es fácil adaptarse a esa situación, no lo ha sido en estos dos años, pero ahora se ha configurado con nuevas personas, con nuevos perfiles, y la orientación política del proyecto va vinculada con ese nuevo perfil. Somos gente joven, con ilusión, algunos con experiencia de gobierno, otros no, pero vamos a presentar un proyecto serio de gobierno y lo que hay que hacer es ponerse detrás de las siglas y dejar de mirarnos tanto el ombligo, ya que a quien hay que mirar es a los ciudadanos, porque así es como se solucionan todos los problemas internos, mirando a los ojos de los ciudadanos y escuchándolos.
 

—¿No cree que han tardado demasiado en hacer autocrítica?
—La autocrítica va también en función de las personas que han estado en cada momento. De todas formas, y aunque yo me incorporé en octubre, creo que siempre hemos reconocido la situación. El problema es que a lo mejor no hemos sabido comunicar esos errores. Ahora lo que nos deben servir es para configurar nuestro nuevo plan de trabajo, porque en año y medio se pueden hacer muchas cosas y ahora mismo tenemos una visión clara de la ciudad. Vamos a intentar incorporar a la labor del grupo esa nueva visión, así como mejorar cuestiones como la escasa presencia pública que se ha tenido en estos dos años, aunque reconociendo que eso es también algo complicado cuando se viene de seis años de gobierno. Quizás hemos tenido que dejar pasar este tiempo para que las aguas vuelvan a su cauce y todos podamos situarnos, pero eso ya ha pasado y no podemos perder más tiempo pensando en qué fue lo que ocurrió. Ya sabemos lo que ocurrió. Y no me refiero al respaldo que perdimos, sino al que se dio a otro partido que prometió el oro y el moro y ahora se ha visto que no ha hecho sino incumplir lo que prometió, era un bluf.
 

—¿Usted es de los que entiende que en este momento el partido vive una situación de normalidad tras cinco renuncias de sus concejales?
—La palabra normalidad a mí no me gusta. ¿Qué es lo normal o lo anormal?. A mí me gusta más hablar de situaciones comunes. Es decir, ¿es lógico o suele ocurrir muchas veces lo que nos ha ocurrido a nosotros?: No, no es lógico. Yo no digo que es normal. ¿Qué es lo normal?. Lo normal es que cuando ha ocurrido, el partido y el grupo se ha reconvertido, y eso es positivo, porque demuestra que hay un partido que permite que ante situaciones poco frecuentes surjan otras personas que puedan liderar el proyecto, y en eso estamos. Aquí ha habido un recorrido efectuado por una serie de personas que han venido liderando el partido, que por diferentes circunstancias, profesionales, personales o porque su tiempo ha acabado, ya no están y han propiciado un nuevo momento. El partido y el grupo llevamos en torno a un año reconvirtiendo toda la situación, pero es poco frecuente que se vayan cinco personas del grupo municipal, y eso sí, con todo el respeto hacia los compañeros que han decidido dar ese paso. En este sentido, creo que desde el nuevo grupo municipal podemos aportar una nueva dinámica que lleve al partido a imbricarse más en la sociedad, con más presencia pública y saber qué es lo que quieren los ciudadanos de nosotros.
 

—También hay compañeros dispuestos a colaborar a los que, dicen, no se le abren las puertas. ¿El grupo municipal se plantea contar con todos, representen a quien representen?
—Desde el grupo municipal vamos a contar con todo el mundo. Todos los militantes y ciudadanos que quieran aportar, los vamos a acoger, independientemente de si son de la ejecutiva o no, de un grupo de personas que piensan desde una orientación política determinada o son compañeros con experiencia de gobierno. Todo el mundo en el PSOE es útil y toda opinión vale, otra cosa es cuando una persona o un grupo determinado quiere imponer su criterio y cuando la mayoría entiende que ese criterio no es el adecuado, coja, se marche y cierre la puerta. Es él quien cierra la puerta, porque la puerta estaba abierta. La ejecutiva elegida es la ejecutiva de todos, y a lo mejor hay gente que no entiende esto y sigue en el enfrentamiento dialéctico de querer imponer una orientación. Yo hablo con todos y cuento con todos. No puedo diferenciar entre los que están en la ejecutiva o siguen tal sensibilidad. Me parece una barbaridad que se pueda pensar que eso está sucediendo, porque nosotros contamos con todos los que tienen capacidad y tienen cosas que aportar, como esos compañeros que tuvieron experiencia de gobierno y que pueden ayudarnos en nuestra labor. ¿Por qué vamos a mermar nuestras posibilidades?. Y cuando hablo de contar con personas no me refiero sólo desde el plano intelectual, necesitamos compañeros dispuestos a trabajar a pie de calle, trasladando nuestro discurso y defendiendo el postulado socialista.   
 

—¿Ve posible que se produzcan relevos en la ejecutiva o incluso la deslizada opción de nombrar una gestora en Jerez?
—Cada uno tiene sus responsabilidades a nivel estatutario y podrá tomar las decisiones que considere oportunas, pero nosotros vamos a seguir adelante con un proyecto serio. En la ejecutiva tiene que haber cambios tras las dimisiones que han tenido lugar, pero decir que la secretaria general hay que cambiarlar porque ahora está en Cádiz y no tiene tiempo para dedicárselo al partido sería considerar que todo el peso y la actividad del partido recae sobre ella, cuando eso no es así.  De todas formas en política todo es posible, pero no hay un planteamiento actual de cambios inminentes en el momento temporal en el que nos encontramos. No tendría sentido, porque tampoco hay situación que empuje a ello.
 

—¿Le molesta que haya quien dé por perdidas las próximas municipales?
—Sí, porque yo no conozco a nadie que salga al campo a perder, todos salen a ganar, y nosotros saldremos a ganar, siendo conscientes de nuestras posibilidades, de dónde partimos, pero tenemos claro que vamos a presentar un proyecto que buscará el respaldo mayoritario de los ciudadanos para poder gobernar.

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