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Lunes 25/11/2024
 

Campo de Gibraltar

Gibraltar dice que las colas en la frontera se disuelven cuando juegan Madrid y Barcelona

Señalan una serie de supuestos con la idea de demostrar que los controles son aleatorios

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  • Gibraltar. -

Las autoridades españolas insisten en que los controles en la frontera a vehículos y personas “son aleatorios” y que las “necesidades del servicio determinan el operativo necesario para luchar contra los tráficos ilícitos en la frontera”, como declaró hace unos meses el subdelegado del gobierno en Cádiz, Javier de Torre. Sin embargo, en febrero –mes especialmente negativo– y marzo las puntas de espera para los vehículos han sido prácticamente calcadas, según el Gobierno de Gibraltar.

Según los datos del ejecutivo de fabian Picardo, durante el mes de marzo, la media de espera máxima para entrar en Gibraltar fue de 63 minutos, exactamente los mismos que durante el mes de febrero.

Para salir de Gibraltar, en las horas que la “aleatoriedad” de las autoridades españolas ha decidido definir como punta la media de espera máxima fue en marzo de 91 minutos, prácticamente igual que en febrero (93).

Nueve de cada diez días de marzo, las colas máximas de entrada o salida fueron de al menos una hora y el 42% de los días (13) la espera máxima superó las dos horas.

Durante el pasado mes, hubo colas máximas de tres horas para salir de Gibraltar los días 13 y 26; de dos horas y media, el 16 y el 30, y de alrededor de dos horas durante otros ocho días en el mes. Para entrar en Gibraltar, el día 2 hubo esperas de hasta dos horas y media y otros seis días más las colas llegaron a las dos horas.

Las inspecciones a los peatones, se han suavizado: mientras que la punta media de espera en febrero fue de 12 minutos, en marzo se redujo a 8. Con todo, las imágenes de filas interminables de personas se reprodujeron los días 11, 17 y 18 (75, 45 y 60 minutos, respectivamente).

¿Casualidad o causalidad?
En los últimos días se han constatado circunstancias que animan a pensar que el sistema “aleatorio” de control es afectado externamente por acontecimientos que el Gobierno de España considera que atentan contra sus pretendidos intereses.

Los días 10 y 13 un medio de comunicación español aireó la llegada a Gibraltar de un barco cargado de rocas y los fines supuestamente ocultos de esos cargamentos: se registraron colas de hasta tres horas para vehículos y de peatones que alcanzaron un récord de 75 minutos.

Un reportaje del día 24 en una revista de tirada nacional sobre la presencia de unos bloques de cemento en el Muelle Norte de Gibraltar coincide con hora y media de espera ese día y al día siguiente de dos horas para atravesar la frontera.

El pasado día 26, Fabián Picardo pronuncia en Washington una conferencia en la que alentó la colaboración con los EEUU: punta de espera para salir en 180 minutos. Estos últimos días del mes han sido precisamente los más duros para los conductores con colas máximas que no han bajado de 90 minutos desde el viernes 28.

Tras la protesta del Foreign Office por la incursión de un buque español en aguas británicas en Gibraltar, las colas en los primeros días de abril han llegado a las dos horas y tres cuartos.

¿O fútbol?
Pero parece que la generación “aleatoria” de colas convive con intereses más prosaicos.

La hora de finalización de las colas de salida no siempre es la misma: durante marzo, las colas terminaron 7 días a las 22h, 6 días a las 21h, 5 días a las 0h, 4 a las 23h, 2 días a las 15h y uno a las 14h. Pero algunos días, las colas finalizan a unas horas muy determinadas.

Así, se ha realizado una somera comparación entre el calendario futbolístico y las puntas de espera publicadas por la policía gibraltareña en su cuenta de Twitter (@RGPolice).
Esta ofrece casos como el del 26 de febrero, en que a las 19h04’ poco más de un coche pasaba cada minuto la frontera y se estimaba una cola de 150 minutos. A las 20h la espera se calculaba en 120 minutos. Pero a las 20h52’, la cola se había disuelto: a las 20h45’ empezaba un partido del Real Madrid en la Champions.

Se ve que esta contra el Schalke era una eliminatoria que despertó interés, porque en el partido de vuelta, el 18 de marzo, una cola que desde las cinco de la tarde no había bajado de los 90 minutos, a las 20h22’ desaparece de repente. Quedaba poco para que empezara el partido.

Pero si el partido empieza más tarde, la cola se puede mantener un rato más. Por ejemplo, cuando jugó el Real Madrid contra el Rayo Vallecano a las 22h del 29 de marzo,. Ese día, a las 20h54’, la retención llegaba a los 90 minutos, para haber desparecido totalmente a las 22h24’.

El Barcelona también tiene su tirón, porque el día 26, cuando a las 18h27’ se estimaban 150 minutos de cola y a las 19h21’, 180 minutos, en un suspiro, en apenas media hora, se había consumido: el Barcelona comenzaba su partido contra el Celta a las 20h.

Y hay más ejemplos: el 2 de abril (Real Madrid - Borussia Dortmund), el 15 de marzo (Málaga - Real Madrid y Atlético - Espanyol), el 22 de febrero (Real Sociedad – Barcelona)…

La Comisión Europea vuelve a advertir a España
El descontento y, en ocasiones, la desesperación son evidentes. Los diversos colectivos de afectados han realizado actos de protesta durante el pasado mes de marzo, solicitado colaboración y presentado sus reclamaciones ante diversos foros: Parlamento andaluz, Defensor del Pueblo y del Menor y hasta instituciones europeas.

Y en Europa también se alzan voces de protesta, como la más reciente e institucional de la Comisaria de Interior de la Unión Europea, Cecilia Malmström, quien ha vuelto a advertir al gobierno español sobre la necesidad de mejorar la situación de los ciudadanos de la UE que viajan a diario entre Gibraltar y España”[1]

Hace unos días, un medio español ha presentado los planes del estado español para la mejora en el paso fronterizo tendentes a agilizar el paso de vehículos y personas.

Aunque no se conoce oficialmente el detalle y los plazos de dichas obras, la información indica  finales de 2015 como fecha de culminación.

Obligada por la Unión Europea a afrontar esta reforma, España reconoce que las actuales instalaciones están totalmente obsoletas, no sirven para los fines de control que pretenden y son proclives a que la “aleatoriedad” siga jugando en contra del ciudadano.

Con todo, pese a lo bueno de la noticia, parece que no será hasta dentro de casi dos años cuando se puedan ver los efectos de la visita de la Comisión Europea, tras las cartas remitidas en noviembre de 2013 a España y el Reino Unido en las que fijaba un plazo de seis meses, no de dos años, para solucionar los problemas de la frontera con Gibraltar.

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