La masiva protesta, que convocó a los manifestantes con el lema Futuro sí, hacia atrás no, fue una expresión de la preocupación de los trabajadores italianos por las consecuencias de la crisis económica.
Fuentes de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) indicaron a Efe que la protesta convocó a unos 2.700.000 personas en el circo máximo, una plaza del centro de la ciudad, pero la Policía cifró la asistencia en 200.000.
Según dijo a la agencia de noticias Efe un portavoz policial romano, la asistencia se midió “con el mismo método que se emplea siempre”, en el que se contabilizan 4 personas por metro cuadrado.
A primera hora de la mañana eran ya 200.000 manifestantes, según fuentes sindicales, en una manifestación que partió simultáneamente de cinco puntos diferentes de la ciudad y terminó en el circo máximo, una pista de carreras de la Roma antigua que hoy en día se mantiene como una gran plaza.