El Pleno del Ayuntamiento de Puente Genil aprobó el pasado lunes, por unanimidad, una moción presentada por el PP con la que se quieren buscar alternativas orientadas hacia una reordenación del tráfico rodado, impulsando la construcción de nuevas infraestructuras dirigidas a descongestionar el denso volumen de vehículos que actualmente circula tanto por la zona centro del municipio como por algunas de las principales calles del casco histórico.
En concreto, los términos del acuerdo suscrito por PSOE, IU y PP contemplan el inicio de los trámites para la revisión, con carácter urgente, del Plan Especial del Río Genil y del Plan de Movilidad Sostenible “al objeto de buscar una apertura hacia el Sur a través de un segundo puente y la materialización de una ronda Sur o ronda del Río de Oro”, así como vincular todas las propuestas y conclusiones que surjan de las revisiones o actualizaciones al nuevo Plan General de Ordenación Urbana, solicitando al mismo tiempo a las distintas administraciones apoyo para buscar la financiación necesaria con la que costear la redacción de los nuevos planes.
Durante la defensa de la moción, el portavoz municipal del PP, Antonio Pineda, explicó que “actualmente cualquier vecino que viva en la zona centro-sur de Puente Genil y que se dirija a Córdoba, Málaga o Sevilla, tiene que atravesar inexorablemente el núcleo urbano desde el Sur hacia el Norte, atravesando calles como Cortes Españolas, Cristóbal Castillo, Rodolfo Gil, Isaac Peral o Elio Antonio de Nebrija, entre otras, lo que provoca no pocos colapsos de tráfico en las mismas”.
Para Pineda, de cara al futuro deben contemplarse dos cuestiones fundamentales para mejorar las condiciones de comunicación e interconexión del tráfico en Puente Genil, “por una parte, proyectar un nuevo trazado en el Río de Oro, transformándola en una ronda de circunvalación del Sur de la localidad; y por otra, la apertura de un puente para el tráfico rodado que atraviese el río aguas arriba del azud de la Ribera Alta (antigua playa de Torremembrillo), enlazando el barrio de Santo Domingo con la calle Estepa (prolongación de las calles Nueva y Herrera, en el barrio de Miragenil), a la altura de la glorieta que da acceso a la Cuesta Málaga y a la carretera de El Palomar; todo ello daría como conclusión una salida directa desde la zona alta de Puente Genil hasta la Cuesta Málaga sin la necesidad de transitar por el centro y por el casco histórico, apta para el uso de todos los vecinos que se encaminen o vuelvan de Sevilla, Málaga o Granada, o de las aldeas de El Palomar, Sotogordo, La Mina o la zona residencial de San Luis. El presidente local de los populares dijo ser consciente de que “estas actuaciones tienen un coste elevado, pero supondrían un indiscutible avance desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y de la calidad de vida de los pontanenses, además de un ahorro de tiempo y combustible muy notable”.
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Manuel Baena precisó que la preocupación por la construcción de un segundo puente que descongestione el tráfico viene de tiempo atrás, y defendió que ya durante su mandato se recogió y se consensuó una iniciativa similar con el apoyo de todos los grupos políticos, “si bien, uno de los objetivos del Plan de Movilidad era intentar disminuir el uso de los vehículos privados, fomentando tanto el transporte público como los recorridos vecinales”. En opinión de Baena, todas las propuestas que se planteen en este tema “hay que estudiarlas”, aunque matizó que si se pretende recurrir a fondos europeos para acometer estos proyectos, como puede ser a través del conocido como ‘Plan Juncker’, que promueve el desarrollo de iniciativas ligadas a la movilidad urbanística, “hay que tener en cuenta que la administración española que participe tendrá que aportar el 20% del total del presupuesto, y que estamos en un año con tres convocatorias electorales, lo que implicará serias dificultades para acceder a esos fondos”.
En representación del PSOE, el turno de palabra le correspondió al concejal de Empleo y Desarrollo Económico, Francisco Carrillo, que abogó por el diálogo y el consenso para afrontar este debate, pidiendo a los populares que dejaran la moción sobre la mesa para activar de esta forma mecanismos que permitan la participación ciudadana en el proceso. Carrillo lamentó que “el PP haya querido plantear el debate conforme a una idea predeterminada, queriendo imponer”, y en ese sentido llegó incluso a afirmar que aprobar la moción “tal y como está, no servirá de nada”. Pese a todo, el concejal socialista se mostró cauto en torno a las decisiones a adoptar en este asunto “puesto que, por ejemplo, la modificación del Plan Especial del Río está supeditada a la evaluación del PGOU”, y reiteró su apoyo a cualquier proceso participativo que permita buscar soluciones.
En último término, el alcalde, Esteban Morales, apeló al trabajo colectivo “para consensuar y determinar aquellas propuestas que consideremos prioritarias”, y pidió un esfuerzo para trabajar desde la estrategia, vinculándola al horizonte 2020 de la Unión Europea, con el objetivo principal de encontrar fuentes de financiación para acometer los proyectos. “Contamos con un Plan integral de desarrollo urbano con el que poder concurrir a esos fondos europeos, y es precisamente a partir de ahí desde donde tenemos que trabajar iniciando el proceso participativo que nos exige la Unión Europea”, afirmó el regidor.