La alcaldesa de La Línea de la Concepción, Gemma Araujo, y la presidenta de la asociación Adolescencia e Infancia en Riesgo de Exclusión Social (Aires), Lucía Sacristán, han firmado este miércoles en el IES Antonio Machado un convenio de colaboración que pretende, entre otras cuestiones, garantizar más si cabe la atención social en los institutos de la ciudad.
Esta asociación trabaja en el diseño y ejecución de programas orientados a la intervención en colectivos desfavorecidos para prevenir y disminuir el fracaso y abandono escolar. Por tanto, pondrá en marcha un programa de atención al alumnado de los centros de educación secundaria de la ciudad para la prevención y disminución del fracaso y abandono escolar. Asume el compromiso de presentar al Ayuntamiento, con anterioridad a julio de 2015, el proyecto diseñado para el curso escolar 2015-2016, cuyo objetivo general consistirá en disminuir los niveles de fracaso y abandono escolar, que deberá contener objetivos específicos, actividades, así como herramientas y recursos que pondrá a disposición de los alumnos que presenten indicadores de riesgo de sufrir fracaso o abandono escolar y de sus familias.
El Ayuntamiento se compromete a incluir en la Oferta Educativa Municipal del curso escolar 2015-2016 el proyecto de la asociación, una vez aprobado, para que la dirección de los centros educativos pueda coordinar con los responsables del proyecto su adecuada ejecución en beneficio de aquellos alumnos y familias en riesgo de exclusión escolar.
Lucía Sacristán, al término del acto de la firma, indicó que tendrán unas dependencias donde trabajar y se ha adoptado un número de plazas de niños expulsados quienes recibirán un tratamiento especial con trabajadores conocedores de este asunto y mejorar así su desfase curricular y las competencias personales en aquellos aspectos que motivan las expulsiones, como el comportamiento, control de impulsos, frustración, ira, etc.
La alcaldesa, por su parte, aseguró sentirse muy satisfecha de esta firma. “Vamos a darle una respuesta a estos menores que son expulsados por distintos motivos de los centros educativos. Tendrán un mecanismo para que ese tiempo de expulsión que normalmente lo pasaban en sus casas ahora lo hagan recuperando esa actividad lectiva. El objetivo es no dejar a ningún niño en el camino. Ellos no pueden ver en su expulsión una liberación sino que sepan que tienen que volver al sistema porque queremos para ellos lo mejor para el día de mañana”.
