“Debe decretarse la inadmisibilidad del recurso por falta de legitimación del recurrente”, así de clara es la respuesta del Comité de Apelación de la Federación Española al recurso presentado por el Real Oviedo.
El club asturiano, en una petición si precedentes en el fútbol español, solicitaba que no se retirara la segunda tarjeta amarilla a Garrido, que al haber sido expulsado en el Carlos Tartiere no podría disputar el choque de vuelta.
Pues bien, nada satisfechos con esta respuesta desfavorable a sus intereses, los dirigentes del club asturiano han puesto el caso en manos de Tribunal Administrativo del Deporte.
Hay que recordar que todo comienza cuando en los últimos minutos del partido de ida Garrido fue expulsado por doble amarilla. El vasco apartó al oviedista Cervero, que, con la excusa de ayudar a Mantecón, estaba haciendo justo lo contrario con la pierna del defensa cadista. Al percatarse, Garrido apartó al “agresor”, que pese a su corpulencia salió volando. A raíz de eso, el colegiado expulsó a Garrido indicando en el acta que había “empujado de forma temeraria a un rival”.
Analizadas las imágenes, el Juez de Competición aprobó el recurso presentado por el Cádiz CF, ya que esa descripción no se ajusta a la realidad. Y a partir de entonces comenzó el carrusel de recursos del Oviedo. El club azulón primero se dirigió al Comité de Apelación de la Federación Española, que ni siquiera admitió su protesta a trámite al considerarla fuera de lugar. No contento con eso, ha recurrido al Tribunal Administrativo del Deporte.