Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen miércoles y jueves en Bruselas para reforzar a más del doble la capacidad de su fuerza de reacción (RNF) ante la creciente amenaza que supone Rusia en el este de Europa y el Estado Islámico en su vecindad sur.
"Tomaremos decisiones para seguir reforzando la potencia y la capacidad de la fuerza de reacción de la OTAN", adelantó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa previa a esa reunión ministerial a la que asistirá el titular español de Defensa, Pedro Morenés.
Stoltenberg explicó que las tropas totalizarán entre 30.000 y 40.000 efectivos, más del doble de su tamaño anterior.
"Aún no se ha decidido hasta dónde llegar, por eso presentamos una horquilla de entre 30.000 y 40.000 efectivos, lo que podría significar casi el triple en relación a cuando la fuerza de reacción fue establecida en 2002 y contaba con 13.000 soldados", precisaron a Efe fuentes de la Alianza Atlántica.
Dentro de esta misión más amplia se incluye la nueva fuerza de reacción rápida, bautizada como "punta de lanza" y formada por una brigada terrestre de alrededor de 5.000 efectivos apoyada por fuerzas aéreas, marítimas y especiales, cuyos primeros elementos estarán preparados para moverse en 48 horas y, el resto, en una semana.
La OTAN ha trabajado hasta ahora principalmente en los aspectos terrestres, pero en esta ocasión los ministros se centrarán en el desarrollo de los componentes aéreo, marítimo y de fuerzas especiales, indicaron fuentes diplomáticas.
España será uno de los siete países que lideren esta fuerza de despliegue rápido, concretamente en 2016, además de Italia, Francia, el Reino Unido, Alemania, Polonia y Turquía, que acaba de sumarse, mientras que Estados Unidos se ha comprometido a aportar un serie de capacidades estratégicas como transporte aéreo.
"En la reunión de esta semana, aprobaremos los componentes de aire, mar y fuerzas especiales", aseguró Stoltenberg, quien confió en que el encuentro también permita agilizar el proceso de toma de decisiones política y militar para permitir el despliegue rápido de la fuerza de reacción.
Según el secretario general, para lograr una toma de decisiones más rápida habrá "planes más detallados y avanzados" y se dará más autoridad al comandante supremo de las fuerzas de la OTAN para Europa (SACEUR) para que pueda preparar el desarrollo de las tropas aliadas una vez que la decisión política se haya adoptado.
La tercera decisión que esperan adoptar los ministros aliados es el establecimiento de centros de mando y control para mejorar la coordinación y la gestión de las fuerzas dentro del territorio de la Alianza.
La "gran novedad" en la reunión, según fuentes diplomáticas, será la información que ofrezca Estados Unidos sobre el posible despliegue de tanques y equipamiento pesado en Europa del Este, una medida anunciada por el Pentágono y aún pendiente de confirmación.
Preguntado por esta cuestión, que ha molestado notablemente a Rusia, Stoltenberg recalcó que no viola los acuerdos con Moscú y que se trata de un movimiento "defensivo y legal".
Fuentes diplomáticas aclararon que se trata del despliegue de equipos militares, como tanques o vehículos acorazados, y no de efectivos, y que el objetivo es que puedan utilizarlos los soldados estadounidenses en sus ejercicios en la zona.
Los ministros de Defensa de la Alianza dedicarán su segunda jornada de reunión a Ucrania y Afganistán.
En primer lugar mantendrán un encuentro con su homólogo ucraniano, al que se reiterará el apoyo político de la Alianza.
"Reafirmaremos nuestro fuerte compromiso con una Ucrania independiente, pacífica y próspera, así como con la integridad territorial y soberanía del territorio ucraniano", sostuvo Stoltenberg.
Por último, los 28 aliados se reunirán con el nuevo ministro de Defensa del país, Masoum Stanekzai, para analizar cómo organizar de cara al otoño-invierno la reducción de la presencia de la misión de la OTAN "Apoyo Decidido" en el país.
