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Martes 26/11/2024
 
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Se investiga la trayectoria de El Kahzzani, que se presenta como un sin techo

El Kahzzani, que siguió siendo interrogado en la Subdirección Antiterrorista (Sdat) en las afueras de París, negó en sus primeras declaraciones ante la policía los viajes a Siria

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Los numerosos puntos desconocidos de la trayectoria reciente del atacante del tren entre Amsterdam y París y sus posibles complicidades centran la atención de los investigadores, ante los que Ayoub El Kahzzani se presenta como un marginal sin ánimo terrorista que sólo quería robar para comer.

El Kahzzani, que siguió siendo interrogado en la Subdirección Antiterrorista (Sdat) en las afueras de París, negó en sus primeras declaraciones ante la policía los viajes a Siria que se sospecha hizo en los dos últimos años y que le darían un perfil de yihadista, congruente con su ataque del viernes en el tren Thalys.

La abogada que lo asistió al ser arrestado en Arras (norte de Francia), Sophie David, indicó que El Kahzzani dijo que no había viajado a Turquía y todavía menos a Siria, "como han afirmado los servicios del antiterrorismo español".

La letrada precisó que el que fuera su cliente -ya no lo es- sí reconoció haber estado en varios países europeos en los últimos seis meses, en concreto Francia (sin precisar dónde ni cuándo), Austria, Andorra, Bélgica y Alemania.

De acuerdo con esa versión, durante su estancia en Bruselas -afirma que era un sin techo que dormía en los parques de la capital belga- le robaron sus papeles y el uso fraudulento de esos documentos explicaría que los servicios secretos tuvieran indicios de que en mayo había viajado a Turquía, primera etapa para muchos yihadistas internacionales para llegar a Siria.

El Kahzzani también ha pretendido convencer a los agentes de que las armas que se le requisaron (un fusil kalashnikov con nueve cargadores llenos, una pistola automática y un cuchillo) se los encontró de forma fortuita en un parque cerca de la estación bruselense de Midi, donde subió al tren con la intención de "cometer un atraco para comer".

A quienes no convencen esos argumentos es a los tres jóvenes estadounidenses (dos de ellos militares) que, junto a otros pasajeros, redujeron al atacante en el tren, como dejaron claro en una conferencia de prensa hoy en la embajada de Estados Unidos en París.

Spencer Stone, el militar herido de arma blanca en la cabeza y en la mano por el presunto terrorista cuando ambos forcejeaban, explicó que él y su amigo Alek Skarlatos se abalanzaron sobre el atacante cuando lo vieron entrar en el vagón con un fusil en bandolera que se le encasquilló.

"Tenía mucha munición, sus intenciones estaban claras", aseguró Skarlatos.

Si el arma no se hubiera atascado, "habría podido vaciar los nueve cargadores y probablemente no estaríamos aquí", insistió Skarlatos, quien añadió que no se necesita toda esa munición "para desvalijar un tren".

Los tres estadounidense y otros pasajeros -un ciudadano francés y un británico- serán homenajeados mañana en una recepción organizada por el presidente de Francia, François Hollande, a la que han sido invitados los primeros ministros de Bélgica y Holanda, los dos países por los que había circulado el Thalys, así como la embajadora estadounidense en Francia.

Para los agentes de la Sdat, que tienen hasta el martes por la tarde local para interrogar a El Kahzzani antes de presentarlo ante el juez para su imputación, una de las primeras cuestiones es establecer qué hizo en los últimos meses, con quién estuvo y dónde.

El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, dijo ayer que además de su paso por España hasta 2014, se sabe que residió en Bélgica en 2015, pero no hizo ninguna alusión a las informaciones filtradas por España de que vivió en Francia y de que viajó a Siria.

Francia, a instancias de la información que había recibido de España en febrero de 2014, lo fichó por su potencial riesgo terrorista, para que se activara la alerta en caso de que se detectara su presencia en el país, un extremo que hasta ahora las autoridades francesas no han confirmado.

El primer ministro belga, Charles Michel, declaró hoy a la televisión francesa que sus servicios secretos habían recibido el aviso (no especificó de quién) de que El Kahzzani estaba en Bélgica, pero sin elementos precisos para localizarlo.

Por eso, y aunque mostró su satisfacción por la cooperación de los servicios de inteligencia de España, Francia y Bélgica en este caso, pidió una armonización de los ficheros de los países europeos al respecto.

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