Para el premio al mejor largometraje, el más importante y dotado con 15.000 euros, denominado Griot de Viento, en recuerdo de los personajes africanos que se ocupaban de guardar oralmente la memoria colectiva, se presentan doce películas, ha precisado a Efe la programadora del festival, Marion Berger.
Las películas de esta sección, denominada El sueño africano, también competirán por el premio a la mejor dirección -Griot de Arcilla (10.000 euros)- así como al mejor actor, a la mejor actriz y al premio del público.
La programadora del festival lamentó la escasa producción de cine de los países africanos, con una media de un largometraje por país y año, con excepción de Nigeria, por lo que debe recurrir a títulos que han sido premiados en otros festivales internacionales.
También expresó su esperanza en que “con el tiempo” cambie esta tendencia y se creen salas de proyecciones “más prácticas” que sean “digitales, más baratas y flexibles”.
‘Goriot de arena’
Otra de las secciones a concurso, A través del espejo, es novedosa este año y se dedica a documentales españoles centrados en algún tema relacionado con África o algunos de sus países, con un premio que se denomina Griot de Arena y al que optan diez trabajos, la mayoría de ellos sobre la inmigración y algunos sobre la problemática política entre Marruecos y el Sahara Occidental.
Al premio África en corto, dedicado al cortometraje africano, se presentan 16 producciones inéditas y el mejor trabajo será premiado por la Radio Televisión de Andalucía en colaboración con la Obra Social de Cajasol, y habrá otro galardón especial del jurado joven financiado por el Instituto de la Juventud.
La cuarta sección competitiva, Al otro lado del Estrecho, que incluye once títulos, son sobre documentales africanos de temas relacionados con la cooperación y el desarrollo, y el trabajo premiado por un jurado que preside Javier Reverte recibirá el Griot de Ébano.
Además, hay otras secciones fuera de concurso, como Pantalla abierta, con 28 títulos; África en ritmo, con ocho películas sobre danza y música africana; y Animáfrica, con tres producciones audiovisuales de animación de producción africana.
Cine nómada
Por otra parte, organizado por la Fundación Dos Orillas de la Diputación Provincial de Cádiz, del Festival de Cine Africano, con la colaboración de los ayuntamientos de Tarifa, Algeciras y Los Barrios, se llevará a cabo el programa paralelo al festival Cine Nómada. Así, hasta la clausura de esta iniciativa, mañana lunes, día 25 se llevará a cabo la proyección de la película Retorno a Hansala, de Chus Gutiérrez (España 2008(, en la Plaza de la Marcha Verde de Tánger. Ya el martes, día 26, será proyectado el film Un novio para Hasmina, de Irene Cardona (Marruecos/España, 2008), en los Jardines del Chellal de Tetuán.
Por lo que se refiere a la jornada del miércoles, día 27 de mayo, en la plaza de abastos de Algeciras será proyectada la película El caos, de Bubakar Diallo (Burkina Faso, 2008).
Después, el jueves 28 de mayo, en el Paseo de la Constitución de Los Barrios se visionará el film Bajo el mismo cielo, de Silvia Munt (España, 2008) y el viernes 29, en el Paseo de la Alameda de Tarifa, se proyecta Cartas de Alou, de Montxo Armendariz (España, 1990).
Certamen
El director del Centro Andaluz de Fotografía, Pablo Juliá, dio a conocer las tres obras ganadoras del certamen Photoafrica, que recibirán un premio de 1.800 euros, 1.000 y 600, y que han sido seleccionadas por un jurado en el que también estaban los periodistas gráficos Fito Carreto y Andrés Carrasco y los comisarios de exposiciones, Sandra Maunac y Gaetano Gualdo.
La ganadora fue una imagen de Ananias Leki, de Costa de Marfil, titulada ‘¿Identidad?’. Mientras, el segundo premio fue para la marroquí Leila Belhassan Alaoui con la imagen en blanco y negro denominada ‘No pasará’.
Asimismo, el tercer premio fue para el keniano Mimi Cheroko Ng'ok, por su foto ‘En casa. Inmigrantes africanos viviendo en Sudáfrica’.
Por otra parte, recibió una mención especial una foto de Georges Senga Assani, de Congo, titulada ‘Mis nuevos tejados’, que recoge una casa de una planta abandonada con dos ventanas y una escalera que llega al techo, “la que más nos ha gustado pero compleja y difícil de entender”, apuntó Pablo Juliá.