Eran pasadas las 19,30 horas cuando se abrían las puertas de la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Daba salida el via crucis parroquial de San Francisco que partía para la vista de los enfermos del barrio. Una noche cerrada y un poco de aire daban una atmósfera diferente a la salida de la imagen. Vestido de púrpura y en una sencilla parihuela, salía dirección del Hospital donde sé realizó una oración. Estuvo acompañado todo el tiempo del párroco, del grupo scout de la parroquía y de un grupo de feligreses. Tras él una nutrida penitencia seguía sus pasos.