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Un nuevo tiempo con la colaboración de todos

La medida afectará a todos por igual, sin distinciones y sin tener en cuenta afiliaciones ni afinidades. Esos tiempos han acabado

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Cumplir con lo que establece la Ley respecto a la jornada laboral y suprimir los complementos salariales que no estén recogidos en convenio hasta reducirlos en un cuarenta por ciento. Esto junto a otras medidas de reducción de gastos y de incremento  de los ingresos,  bastará para sentar las bases que permitan, por fin, poner orden en el caos organizativo del Ayuntamiento y, sobre todo, paliar de manera significativa la sangría económica que padecen las arcas municipales
La deuda municipal está en torno a mil millones de euros. Estamos obligados a hacer un plan de ajuste, porque el anterior gobierno del PP incumplió sus propios planes de ajustes en un 101%, aumentaron la deuda financiera y corriente, dispusieron de anticipos de la PIE a cambio de retenciones futuras, situaron al ayuntamiento en una grave asfixia de liquidez y  provocaron la intervención del Estado en la gestión económica.  La liquidación de 2014 arroja un déficit real de 52 millones de euros. Además,  el Real Decreto contra la morosidad de la administración pública y el de medidas de sostenibilidad,  al que  nos vimos obligados a acogernos  como consecuencia de todo lo anterior, obligan a hacer una reducción del 5% del capítulo I y II tanto en los presupuestos de 2015 y 2016. Por todos estos motivos estamos obligados a hacer un plan de ajuste. En el borrador que hemos presentado para negociar con los sindicatos, hemos omitido lo que el PP utilizó en el suyo: los despidos. En cambio  vamos a aplicar una medida que no había puesto en marcha el anterior gobierno, aunque desde 2012  la ley obligaba su implantación, una jornada laboral de 37,5 horas de trabajo efectivo semanal en cómputo medio anual. Por ejemplo el año pasado se trabajó 185.826 horas de trabajo efectivo menos de las que se debieron realizar según ley. 
Solo rectificando eso ya nos podemos hacer una idea de lo que se podría optimizar el funcionamiento de los diferentes servicios municipales y el ahorro que supondría.  Estoy segura que la mayoría  de la ciudadanía estará de acuerdo con que lo que se plantea es algo normal, de una lógica incuestionable. Además de la necesidad de ahorro, no podemos olvidar el objetivo principal  de mejorar los servicios públicos y el funcionamiento de la administración municipal. Trabajando más horas, las que obliga la ley, conseguiremos ambos objetivos.
Tampoco creo que sea de recibo que, por culpa de esa realidad, el Ayuntamiento tuviese, por ejemplo, que pagar 54.364,18 horas extra en 2015. Ni que, a causa de una mala organización heredada y de un gobierno que  no quiso  poner un mínimo de orden, prefiriendo mirar hacia otro lado porque resultaba más cómodo, se tuviese que pagar 1.469.302,23 euros en compra de libranzas. Pues bien, ha llegado el momento de poner ese orden. Y de forma decidida. Algo que estoy segura será bien acogido por la inmensa mayoría de la plantilla municipal integrada por buenos profesionales, que no son responsables de las  decisiones por acción o por omisión del anterior gobierno del PP.
Un simple cálculo en base a las cifras aportadas basta para demostrar que la cantidad de horas pagadas es muy inferior al número de horas de menos que se trabajan. Cualquiera puede entender, por tanto, que bastaría con modificar el cuadro horario para corregir la situación, ahorrarle un buen puñado de euros a las maltrechas arcas municipales y, de paso, mejorar los servicios municipales. 
Porque conviene recordar que todo lo reseñado, junto a otras muchas actuaciones nefastas e irresponsables, ha tenido como resultado la triste realidad que sufre el ayuntamiento de Jerez, con una deuda en torno a mil millones de euros, a todas luces insostenible y que requiere de medidas efectivas y el sacrificio de todos. Porque todos los jerezanos y jerezanas nos merecemos, de una vez por todas, un ayuntamiento fuera de la UVI, saneado y capaz de capitanear la recuperación de una ciudad repleta de posibilidades,  que está harta de sufrir y que quiere mirar al futuro con optimismo.
Podríamos apostar por medidas traumáticas e injustas, como el ERE que se  acometió  en 2012, una política retributiva arbitraria o la venta del agua; medidas    por las que seguimos pagando las consecuencias; pero no es necesario. Este gobierno ya dijo que no lo iba a hacer. Vamos a cumplir con nuestra palabra, y vamos a hacerlo, como ya he explicado anteriormente, instando en primer lugar a que se cumpla con lo que dice la ley respecto a las horas de trabajo efectivo;  repito: cumplir con lo que dice la ley,ni más ni menos. Y en segundo, lugar reduciendo notablemente los complementos salariales, como la productividad, que se pagará  con criterios objetivos a quienes demuestren especial rendimiento y dedicación.  Se actuará así en un capítulo que se ha caracterizado durante demasiados años por su arbitrariedad y por ser causante de agravios comparativos y situaciones injustas dentro de la plantilla municipal.
Así conseguiremos, además de ahorrar una cantidad importantísima de dinero y de cumplir con lo que nos exige el Ministerio de Hacienda, ser JUSTOS con la plantilla municipal, porque la medida afectará a TODOS Y TODAS por igual, sin distinciones y sin tener en cuenta afiliaciones ni afinidades ni simpatías. Esos tiempos se han acabado.
Ahora es el momento de las soluciones. Toca mirar al futuro, y hacerlo con optimismo,  trabajo y  la colaboración de la plantilla, sindicatos, partidos y la sociedad en general. Algo que, no dudo, va a suceder.  

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