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Norbert Hofer, el ultraderechista con piel de cordero

Su clara victoria en primera vuelta, unida al pésimo resultado de los dos candidatos de las formaciones en el Gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, puede desatar ahora una crisis política en el país centroeuropeo

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El derechista Norbert Hofer, inesperado ganador hoy de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Austria, está considerado como la cara "simpática" de su formación, el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ).

Su clara victoria en primera vuelta, unida al pésimo resultado de los dos candidatos de las formaciones en el Gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, puede desatar ahora una crisis política en el país centroeuropeo.

Hofer, de 45 años de edad y hasta ahora vicepresidente tercero del Parlamento austríaco, era el candidato más joven que se presentaba a las elecciones presidenciales.

El FPÖ, antimigratorio y euroesceptico y que no pertenece al Grupo Liberal del Parlamento Europeo sino que está integrado en el de Identidad, Tradición y Soberanía, que agrupa a las formaciones de ultraderecha, es la fuerza con más apoyo en las encuestas actualmente, con un estimado 30 por ciento, pero la victoria de Hofer incluso supera ese respaldo.

Hofer, que camina con ayuda de un bastón por un accidente sufrido mientras practicaba parapente, aceptó en el último momento la propuesta de su formación de concurrir a las presidenciales, una opción que había desechado al considerarse demasiado joven para el cargo.

La insistencia de la dirección del partido, que veía en él a un "moderado" que podía ampliar el espectro de votos de la formación, ha tenido su recompensa en las urnas.

Y es que este político es considerado la "cara simpática" del FPÖ, capaz de expresar los puntos de vista contra la inmigración, el islám y la Unión Europea (UE) sin levantar la voz, de forma educada y sin maneras bruscas.

"El servicio de empleo austríaco debe atender primero a los austríacos. Un presidente toma decisiones para todos, también para los que acaban de llegar al país, pero en primer lugar para los austríacos. Ese es mi compromiso", dijo el pasado viernes en Viena en su mitin de cierre de campaña.

Durante las pasadas semanas, Hofer -que se presenta como un "protector de Austria"- ha sido un incansable crítico de la política migratoria de este país, que el año pasado acogió a 90.000 refugiados y este año se ha comprometido a recibir a otros 37.500.

"Necesitamos controlar nuestras fronteras. Austria no es la seguridad social de medio planeta", aseguró en su último mitin.

"El islám no es parte de Austria y si mantenemos nuestra política en el año 2050 la mitad de los menores de 0 a 12 años de todo el país serán musulmanes. No quiero que Austria sea un país de mayoría musulmana", agregó.

El malestar de parte de la población con la política migratoria, reflejado en diversas encuestas, ha beneficiado a Hofer, pese al endurecimiento y las limitaciones del asilo que el Gobierno actual ha acordado desde principios de año.

La retórica llana y cercana de Hofer ha sabido transmitir en sus mítines y debates los aspectos más duros del FPÖ sin la agresividad que solían mostrar otros candidatos en el pasado y que asustaban a la enorme mayoría de los votantes.

Esta capacidad para hacer más digeribles los postulados del FPÖ con mensajes patrióticos -su lema de campaña es "Austria te necesita"- ha llevado a algunos comentaristas a definirlo como un ultra "con piel de cordero".

Hofer, padre de cuatro hijos de dos matrimonios, es miembro de honor de dos cofradías estudiantiles ultranacionalistas y pangermanistas, y su padre ya fue concejal del FPÖ.

Militante del FPÖ desde hace dos décadas, trabajó como ingeniero para una compañía aérea antes de iniciar en 1994 su carrera política.

Su campaña, pese a buscar un tono conciliador, tampoco ha estado exenta de polémicas, entre ellas, la de asegurar que en algunas ocasiones suele llevar una pistola porque es "una persona expuesta".

También justificó el aumento de la venta privada de armas en el país alpino por "los tiempos de incertidumbre" con la llegada de refugiados.

Aunque el presidente tiene funciones más bien protocolarias, entre ellas la de representar al país en el extranjero, Hofer ha dicho que va a utilizar todas las atribuciones en caso de llegar a la Presidencia, entre ellas la de nombrar al Gobierno o disolver el Parlamento.

Hofer ha asegurado en numerosas ocasiones que podría forzar la renuncia del Gobierno si este no hace su trabajo, lo que podría llevar al país a nuevas elecciones legislativas antes de agotarse esta legislatura, en 2018.

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