El portavoz del Grupo Municipal Popular, Ignacio Romaní, que estuvo presente en la reunión dedicada a la celebración de las barbacoas del Trofeo Carranza, y que indica que estuvo también en la primera, acudiendo una compañera a la segunda celebrada, denuncia que “viví una situación rara y esperpéntica porque veía a un equipo de Gobierno que no quería posicionarse tras tres reuniones”.
Así, explica tener la sensación de que la idea del equipo de Gobierno no es otra que trasladar este asunto a la ciudadanía, para poder justificar que no ha sido una decisión propia, sino “del pueblo”. Pero en cambio les dice que “ustedes gobiernan y tienen que tomar decisiones. Escuchar a la ciudadanía y tomar decisiones”, para ejercer su labor.
“El equipo de Gobierno se posicionó a la tercera y dijo no a las barbacoas pero no sabían si este año podrían porque se podía generar cierto caos. Este año sí, pero el próximo, no”, indica Romaní, que a su vez preguntó a Adrián Martínez de Pinillos por sus declaraciones del pasado 15 de junio de 2015, en las que indicó que las barbacoas “tenían que tener libre disposición para que los ciudadanos pudieran ejercer esta fiesta que es de todos. Y un año después es todo lo contrario, un rotundo no porque es malísima, porque se ensucia mucho, se bebe mucho, acaba mucha gente en el hospital”, etc. “Estos bandazos no son buenos, la toma de decisiones tiene que tener un sentido claro”, explica.
Así es como ha actuado el anterior equipo de Gobierno informa, y cuando “se convirtieron en una perversión” y que se comenzaba a alejar del espíritu de las propias barbacoas, “comenzamos a acotar, aunque nos costó mucho”, reiterando su agradecimiento a las asociaciones de vecinos que colaboraron bastante en este sentido, como consiguiendo que “no se bajaran muebles a la playa. Es un esfuerzo de concienciación y un trabajo que se hace poco a poco. Pero lo que no es lógico es ayer sí y hoy no sin ningún rubor, sin que se le cambie el semblante”, destaca.
“Nosotros tenemos una postura más razonable. Es una fiesta de la ciudad, que se restrinjan espacios, por supuesto, que la limpieza sea la de estos años, extraordinaria por cierto, y que se haga una labor de concienciación acerca de los que utilizan las barbacoas como no deben”, indica el portavoz popular. “Nuestro ejemplo es La Caleta”, en la que, asegura, se hacían y se hacen “barbacoas familiares, siendo el espíritu de la fiesta. Nos gusta ese espíritu”.
Por otro lado, Ignacio Romaní insiste en que había una representación de la ciudadanía, pero no todos de los que, entiende, deberían estar, como representantes de los taxis, que hacen traslados con motivo de la barbacoa, o los lateros, “representantes de colectivos que pueden beneficiarse o ser perjudicados”.