Al menos 60.000 migrantes han muerto o desaparecido en sus travesías marítimas o terrestres hacia algún país desarrollado en 20 años, dijo hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La tendencia es a un aumento de la mortalidad en las rutas migratorias, con 5.400 inmigrantes y refugiados fallecidos en 2015 y 3.400 sólo en la primera mitad de 2016, de los cuales el 80 por ciento ha muerto en el Mediterráneo intentando llegar a Europa.
La OIM considera que todos esos datos están subestimados, ya que muchas víctimas desaparecen en el mar o en zonas remotas y sus restos nunca son recuperados, por lo que no entran en las estadísticas.