El conflicto entre el Servicio Andaluz de Salud y el propietario de los seis hospitales que, hasta hace tres años, tenían concierto sanitario con la Junta de Andalucía y que son propiedad de José Manuel Pascual, ha saltado a las calles y podría recrudecerse en los próximos días con el anuncio de una posible convocatoria de huelga por parte de la plantilla.
Han sido los trabajadores quienes esta semana han protagonizado la falta de avances en una negociación que se encuentra en punto muerto, toda vez que el Gobierno andaluz realizó una oferta que entiende “mejora los conciertos anteriores” pero que no es aceptada por el empresario gaditano, propietario en la provincia de las clínicas Pascual de Cádiz capital, El Puerto de Santa María, Villamartín y Sanlúcar de Barrameda.
La plantilla, arropada por miles de ciudadanos, ha protagonizado esta semana dos manifestaciones multitudinarias. La primera de ellas, el pasado lunes en Cádiz, donde sacaron a las calles las seis “camas vacías” que evidencian cada uno de los seis hospitales de Pascual objeto del desacuerdo entre la empresa y el SAS - que dura ya tres años- está provocando. Esta marcha “es símbolo de la situación desesperada que los trabajadores vivimos actualmente, profesionales que este mes no van a cobrar su nóminas, que han visto como más de mil compañeros han perdido su puesto de trabajo, viven en continuo desasosiego de no saber qué va a pasar con ellos, ven peligrar el presente de su empresa, su futuro y como el cierre de sus hospitales es cada vez una opción más cercana”, en palabras del presidente del comité intercentros, José María Manzano.
Los representantes de los trabajadores aseguran estar cansados de “verdades a medias, amenazas, ultimatums y lecciones de sindicalismo”, lo que les ha llevado a retomar las protestas “porque nuestra única arma es nuestra voz”. Con su presencia en esta manifestación, que fue multitudinaria, la plantilla y los usuarios de estos centros hospitalarios pidieron al empresario José Manuel Pascual y a los responsables del SAS “que negocien de forma seria”.
El comité de empresa de Pascual culpa a la Junta de haber sido “incapaz de llevar a cabo una negociación seria” y de despilfarrar “el dinero de los andaluces por haber roto de manera unilateral un acuerdo”, de ahí que pidan responsabilidades política y en todo caso dimisiones porque “alguien debe responsabilizarse políticamente de esta situación”.
“Tampoco comprendemos cómo se puede ser tan ineficaz como para que después de trece meses de impago, se nos diga que el proceso tiene tres meses de tramitación”, señala Manzano para añadir que “es vergonzoso que se use así la maquinaria de la administración que usa los recursos de una empresa para atender a los usuarios, sin pagarlos”.
Además, los empleados insisten en que “las soluciones deben ser definitivas, no a corto plazo, porque a estas alturas no valen parches”, de ahí que insten a la Junta a “negociar de forma seria”. “El que por motivos arbitrarios ha sido incapaz de llevar a cabo una negociación seria, que ha despilfarrado el dinero de los andaluces por haber roto de manera unilateral un acuerdo al que los tribunales le han quitado la razón, debe asumir sus actos y dimitir”, apuntaba Manzano.
Cádiz fue testigo de la situación desesperada de la plantilla. “Es una situación de inseguridad la que nos trasladan, porque da la sensación de que no saben lo que están haciendo”, señala Manzano, que evidencia el futuro incierto de los miles de trabajadores afectados por este conflicto.
Más de 200.000 firmas
La segunda de las acciones de protesta protagonizada por los empleados de Pascual tuvo como escenario el Parlamento andaluz, donde este jueves, centenares de personas se concentraron para hacer entrega a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de las 200.000 firmas que los trabajadores han recogido en las localidades afectadas por el conflicto como respaldo ciudadano al mantenimiento de los hospitales, así como una solicitud de reunión.
La plantilla continuará con las movilizaciones hasta solventarse el conflicto. Ya para la próxima semana volverán a desplazarse a Sevilla para manifestarse ante la Consejería de Empleo. “Esto es insostenible para los que estamos sufriendo en la calle, mientras que se rien en los despachos”, sostiene el presidente del comité intercentros, quien ha pedido a los implicados en este conflicto “que se impliquen de verdad, que den la cara, que se dejen de manipulaciones y defiendan a los trabajadores”, ya que se estima que alrededor de 1.100 empleos.
Convocatoria de huelga
La situación se está volviendo límite y sobre la mesa ya se ha planteado una convocatoria de huelga sobre la que las asambleas de trabajadores tendrán que reafirmarse el próximo lunes. De seguir adelante la huelga, los hospitales afectados mantendrían solo unos servicios mínimos que repercutiría en la asistencia sanitaria. El conflicto ya ha provocado que en hospitales como el de Sanlúcar, el Virgen del Camino, se haya despedido en las últimas semanas a unos 40 trabajadores y que una de las plantas del centro, de medicina interna, haya sido clausurada “ante la escasez de recursos”, tal y como apuntaba el director gerente del centro hospitalario, el doctor Antonio Bascuñana, en estas mismas líneas la semana pasada.
Además, la plantilla tiene previsto seguir realizando cortes a diario del tráfico en los alrededores de los tres hospitales de Pascual en la provincia.
