No hay mal que cien años dure... ni cuerpo que lo aguante. Para el Recreativo Club Portuense el fin está cerca. Todo un alivio para un club que ha visto como el pasar de las jornadas resultó ser más complejas de lo esperado a la hora de sacarlas adelante.
Muchos inconvenientes, demasiados, los que han perturbado el normal discurrir de un equipo atado de pies y mano a una entidad que necesita redefinir su futuro a medio y corto plazo.
Mientras ésta diseña su rumbo a seguir, en el plano deportivo, los recreativistas ven cómo las premuras de certificar la permanencia están a punto de cumplirse y de redimir, por fin, el penar de una campaña irregular como pocas y con dos etapas bien marcadas claramente.
Una primera vuelta digna con la que se estuvo en una zona tranquila y mirando a los puestos de cabeza y que posicionó al equipo a aspirar a algo más que completar un curso en la Primera Andaluza sin sobresaltos y con el firme propósito de salir victorioso y firmar una campaña triunfal.
Las intenciones con el nuevo año resultaron contravenir con resultados adversos que no hicieron sino apagar y menguar en la clasificación.
Cuando más se necesitaba de revertir la situación, estas dos victorias han florecido en estas dos últimas jornadas con seis puntos que aleja el mal sabor de boca dejado tras un campeonato largo.
Décimo en la tabla clasificatoria con 37 puntos, aguarda ahora hasta el 23 de abril para reanudar el campeonato ante el CD Rivera, penúltimo en la tabla con 18 puntos y cinco semanas sin vencer.