El FC Barcelona ha anunciado el fichaje del francés Ousmane Dembélé, de 20 años y procedente del Borussia de Dortmund, para las próximas cinco temporadas, en la que es la contratación más cara de la historia del club catalán, que abonará 105 millones de euros y tendrá una cláusula de rescisión de contrato de 400 millones de euros.
El jugador llegará a Barcelona el domingo y el lunes se someterá a revisiones médicas. El Barcelona presentará al jugador el lunes. El fichaje representará para el Barça la compra más cara de su historia: 105 millones de euros, al margen de los variables, cuya cantidad no ha informado y que, según el Dortmund, puede alcanzar hasta 42 millones más.
Dembélé se convierte en el segundo traspaso más caro, por ahora, de la historia del fútbol mundial.
Esta es la cuarta incorporación del Barcelona esta pretemporada, tras los fichajes de Gerard Deulofeu (12 millones, procedente del Everton), Nélson Semedo (30 más 5 de variables, Benfica) y Paulinho Bezerra (40, Guangzhou Evergrande).
La marcha del brasileño Neymar Jr al PSG dejó al Barcelona 222 millones de euros, al pagar la entidad parisina la cláusula de rescisión del contrato del jugador. Con las cuatro incorporaciones efectuadas, el Barcelona ya ha consumido este montante proveniente del PSG, a la espera del último intento por hacerse con el brasileño Philippe Coutinho (Liverpool), por quien en caso de ficharlo, el Barça no pagará menos de 100 millones de euros.
Con la llegada del joven jugador francés, el Barcelona cubre una de la líneas que había quedado coja, como era la atacante. Tras la marcha de Neymar al PSG, Gerard Deulofeu se había hecho con el banda izquierda, pero sin generar mucha confianza en el equipo técnico. Por lo tanto, todo apunta a que el catalán deberá esperar minutos sueltos, hecho que se aparta y mucho de su objetivo cuando el Barcelona lo repescó este verano del Everton (cedido al Milan).
Así, con Dembélé, el Barça cuenta con cinco atacantes, además de Deulofeu, Alcácer, Luis Suárez y Lionel Messi, hecho que da más opciones al nuevo técnico Ernesto Valverde, que podrá rotar al nuevo tridente ante una nueva temporada que será exigente en cuanto a partidos y con el mundial de Rusia al final de curso.
La opción Dembélé no es nueva para un Barcelona que hace dos cursos ya lo tuvo en su agenda, antes de fichar el francés por el Borussia de Dortmund. De hecho, al jugador le entraron muchas dudas porque su progresión deportiva podía frenarse debido a que resultaba imposible arrebatar una posición a uno de los integrantes del anterior tridente (Neymar Jr., Suárez y Messi).
Entonces, el jugador y el Rennes acordaron un traspaso al Borussia por 15 millones de euros, que en un año se han revalorizado a 105, en una de las operaciones más importantes de la historia del club alemán, un entidad con buen ojo para los fichajes y también para las posteriores ventas de sus apuestas en el mercado.
Así, en mayo de 2016, Dembélé firmó por el cuadro 'burusse' por cinco años, de los cuales sólo ha cumplido uno, en el que jugó casi 50 partidos de amarillo y marcó 10 goles, una cifra anotadora muy alejada de la que aportaba Neymar (15, 39, 31 y 20, en sus cuatro años de azulgrana), aunque compensada con sus más de veinte asistencias de gol el curso pasado (12 en la Liga francesa con el Rennes).
Tras debutar con 18 años en el Rennes en noviembre del 2015, el jugador está viviendo de forma meteórica sus primeros años como profesional, para recalar este curso en uno de los equipos más exigentes del mundo, en el que todo lo que juega aspira a ganarlo.
El Barcelona ha pagado un montante por él que esta fuera de lógica, por la poca experiencia del jugador y por su juventud, y que sólo se entiende por la inflación que ha generado este verano el fichaje de Neymar por el PSG y que dejó en el caja barcelonista 222 millones de euros, los cuales ya han desaparecido en los cuatro refuerzos realizados.
Después de esta inversión, al Barça le queda acometer una nueva (Coutinho), aunque con las alforjas ya muy reducidas, pues el esfuerzo lo ha realizado en la joven promesa francesa, cuyo interés no era ni mucho menos prioritario para un Barcelona que salió este año al mercado en busca de un centrocampista que generase fútbol para mejorar el tránsito del balón.
En un principio, la apuesta fue el italiano Marco Verratti, quien llegó a echarle un pulso al PSG. La pérdida de Neymar abrió una profunda grieta en la ofensiva azulgrana que hizo que el club abriese un doble frente en el mercado, pero con el 'problema' de llevar en la cartera un cheque de 222 millones de euros.
Dembélé también le echó un pulso a su exequipo, hasta el punto de acabar apartado, con un resultado satisfactoria para el Barça y para el francés.
Algo similar sucede con Coutinho, supuestamente de baja. En este caso, ni el Liverpool ni su técnico tienen intención de vender. Al Barça se le está acabando el periodo de contratación y le queda poco dinero, pero sabe que el brasileño ha jugado una baza muy arriesgada e irá a por él, aunque sin la potencia económica de hace unas horas.