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Lunes 25/11/2024
 

Jerez

Las banderas traen recesión

Recobremos el sentido común, exijamos a los políticos una solución rápida. Esa debe ser la prioridad antes que las cosas se pongan aún más negras

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No sé cómo ni cuándo terminará el conflicto catalán, lo seguro es que no va a ganar nadie y que vamos a perder todos,  porque ya estamos perdiendo.  Lo que no saben los partidarios de la mano dura en Cataluña o los independentistas es que cuanto más se encona el juego de las banderas y más se recrudece el conflicto más caerá la economía catalana y por ende la española. Vamos atados a la misma cuerda, no puede caer una sin la otra. ¿Y qué significaría un nuevo bajón económico? Recesión, sí, así de grave es la cosa. Nueva reducción de sueldos y de empleos y de las ventas, caída o paralización de las pensiones, de los sueldos de los funcionarios, aumento de la pobreza y un largo y lamentable etc. La salida de capitales no consiste en el cambio de sedes de las empresas catalanas, el capital extranjero invertido en Cataluña y en España se está marchando ya debido a la incertidumbre abierta por este conflicto al que no se le ve buen ni corto final. Ese es el verdadero coste para los ciudadanos de a pie. ¿Por qué no se habla más y más alto de las verdaderas consecuencias?
Todavía no hemos levantado la cabeza, la enorme deuda que hemos adquirido como país sigue ahí, dependiendo de que se confíe en que estamos saliendo de la crisis para que nos renueven los préstamos. Si se nos pone en duda vamos a pasarlo mal pero que muy mal. Recordémoslo cuando se nos calienta la boca en contra de esos catalanes que no quieren ser españoles. Políticos independentistas dejen de embaucar con cuentos a los catalanes diciéndoles que serían un gran país si España dejara de robarles. Qué hubieran hecho los catalanes con su deuda sin la ayuda del Estado español, ningún país se atrevió a financiarles.
Hemos dejado de ocuparnos de los grandes problemas del día a día, como el paro, los desahucios que han vuelto a subir, los bajos sueldos, la corrupción, para liarnos la manta a la cabeza con este asunto que nos la va a hacer pasar canutas. Fomentados por algunos líderes, que deberían preocuparse menos por los votos al predicar sobre el conflicto y más por los intereses de los ciudadanos que son quienes vamos a pagar las consecuencias. Recobremos el sentido común, exijamosa los políticos una solución rápida y política. Esa y no otra debe ser la prioridad antes que las cosas se pongan aún más negras para todos.

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