El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha visitado el simulacro de terremoto e inundación que la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desarrollado hasta hoy en San Fernando junto a cuerpos policiales y de protección civil del ámbito local, regional y estatal, unas maniobras de formación que, a su juicio, “ponen en valor el mando de control y la integrabilidad de las capacidades de todas las administraciones” y que suponen “la mejor receta para responder a situaciones de emergencia de forma eficaz”.
Este ensayo, según ha recordado Sanz, ha sido impulsado por la Delegación del Gobierno en Andalucía dentro del plan que desarrolla el propio Gobierno de España a escala nacional con el fin de mejorar la coordinación y la formación frente a las catástrofes de diferente índole, tal y como aconseja la nueva ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
En el desarrollo de estas maniobras han colaborado el Estado, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando con el objetivo de poner a prueba los mecanismos de coordinación y respuesta de las tres administraciones y de todos los que intervienen frente a este tipo de desastres naturales. “Se trata de un gran esfuerzo conjunto que merece la pena, porque nos sirve para engrasar los mecanismos de respuesta ante las eventuales emergencias”, ha dicho Sanz.
En concreto, este nuevo ensayo recreará un sismo de magnitud 5,8 grados en la escala de Richter, a 55 kilómetros de profundidad, con posterior inundación que causará daños personales y materiales de gravedad, afección a infraestructuras críticas y servicios esenciales. Esta situación obligará a los operativos a realizar construcciones de diques, búsquedas de víctimas, rescates acuáticos y en superficie, además de prestar asistencia sanitaria, apoyo psicosocial a las víctimas y albergue a los damnificados.
En el simulacro, que finaliza hoy jueves, participan unas 1.000 personas entre intervinientes y rescatistas. Por parte de los medios del Estado, según ha explicado Sanz, han participado 400 efectivos, 330 de ellos de la UME, a los que se han sumado los que aporta la Brigada de Infantería de Marina ‘Tercio de Armada’, apoyados con medios de la Flota, así como la Policía Nacional y la Guardia Civil a través de diversas especialidades y el Subsector de Tráfico.
Junto a ellos han trabajado Cruz Roja España, la Junta de Andalucía con los servicios 112, GREA, Protección Civil, Emergencias Sanitarias, Infoca y Unidad Adscrita de la Policía, así como el Ayuntamiento de San Fernando a través del Consorcio provincial de Bomberos y Salvamento y los servicios de Policía Local y de Protección Civil. Además, se ha contado con unos 750 figurantes de colegios y otras asociaciones.
Sanz ha querido felicitar a todos los participantes del simulacro cuyo principal objetivo es “mejorar la coordinación y la formación de los diferentes intervinientes en la respuesta a situaciones de emergencia para actuar con la mayor eficacia u eficiencia posible”. Así, ha subrayado “el compromiso y la apuesta del Gobierno por profundizar en la colaboración entre administraciones, instituciones y organismos”.
Como ejemplo de esa “importancia en la coordinación de actuaciones”, el delegado ha recordado cómo “se ha trabajado, codo con codo, con la Junta de Andalucía y otras instituciones en los incendios más recientes que hemos sufrido en Andalucía”, como fue el registrado este verano en el entorno del Parque Nacional de Doñana, así como en otras emergencias de diferente índole.
Sobre la participación de la UME en este y otro tipo de catástrofes, Sanz ha puesto en valor la “inmensa fortuna que tiene Andalucía” de albergar el II Batallón de la Unidad Militar de Emergencias, con sede en la Base de Morón de la Frontera, “a cuyos responsables quiero agradecer su dedicación, vocación de servicio y gran profesionalidad”.
“En sus doce años de existencia, la UME se ha convertido en un elemento imprescindible de la lucha contra las emergencias dentro y fuera de nuestras fronteras gracias al alto grado de formación y especialización de sus integrantes para la actuación frente a incendios forestales, inundaciones, grandes nevadas, derrumbes o riesgos tecnológicos, como lo ha demostrado con su participación en las labores de rescate del último terremoto de México”, ha afirmado el delegado.