Pese al carácter pacífico de las protestas, ocho militares vestidos de paisano fueron atacados por los manifestantes al grito de “espías” y tuvieron que ser hospitalizados.
La capital se encuentra en alerta máxima de seguridad y se han suspendido las clases en colegios e institutos; mientras unos 5.000 policías y 900 militares vigilan los alrededores de la cámara, situada en Quezon City, una de las ciudades que conforman la metrópolis de la Gran Manila. Arroyo llegó al poder en 2001 tras la caída de Joseph Estrada y lleva casi nueve años en la presidencia.