San Ildefonso se ha entregado a la Cofradía de la Oración en el Huerto y María Santísima de los Desamparados, en un Domingo de Ramos de decisiones difíciles ante las condiciones meteorológicas. Ya había salido la Santa Cena y la Junta de Gobierno decidió retrasar media hora la salida y realizar procesión de penitencia.
Fue entonces cuando en el interior del templo comenzaron a verse lágrimas en los ojos, de la emoción y tranquilidad de saber que el barrio que esperaba, vería a Jesús Orando en el Huerto y a su Virgen salir de la Basílica menor parroquia de San Ildefonso.
Con un paso restaurado para la procesión de penitencia, en color caoba y con cuatro capillas, Jesús Orando en el Huerto comenzó a andar por las calles de San Ildefonso. Fue el año pasado, debido a la complicación de la salida, cuando el misterio sufrió daños en uno de sus laterales, desprendiéndose incluso un pedazo de madera del paso al sufrir un roce con la puerta.
Este Domingo de Ramos los jienenses abarrotaron los alrededores del templo y acompañaron a los cofrades por uno de los itinerarios más bonitos de la Semana Santa de Jaén. La Imagen lució una túnica nueva, en color romé, confeccionada por Capilla Garrido.
Cuando el Misterio iba por ‘Reja de la Capilla’ buscando ‘Capitán Aranda’, la centuria romana anunciaba la llegada de los hermanos de luz de María Santísima de los Desamparados. Los soldados lucieron los nuevos trajes, con los que la Agrupación de Cofradías ha querido dignificar la procesión de la centuria romana.
Eligieron el traje azul marino y la capa roja, con los nuevos escudos plateados. Debajo del palio de la Virgen de los Desamparados, una cuadrilla de 35 mujeres se esforzó en una salida complicada.
Una vez en la calle, las costaleras mecieron a la Virgen al son de la voz de Alberto Martínez, que junto a la guitarra de Mª José Armenteros, dedicó una salve a la Imagen. Es uno de los momentos de la salida que ya son tradicionales. A partir de ahí, la Virgen inició su procesión de penitencia, luciendo una saya nueva y un nuevo tocado, además de un broche con su nombre. Con un exorno floral lleno de colorido, la Virgen caminó en busca de Jesús Orando en el Huerto.
Los primeros pasos fueron con lluvia fina. Pasaban las siete de la tarde y el parte meteorológico no falló, pero fue cuestión de minutos. Los paraguas se abrieron en un corto espacio de tiempo, para dejar paso a una tarde-noche de Domingo de Ramos fría pero sin agua.
La Hermandad de la Congregación de la Santa Vera-Cruz fue la segunda en pasar por el itinerario oficial, lleno de jienenses ocupando sus tribunas y palcos. El capataz Salvador Cantero dedicó una de las ‘levantá’ por Bernabé Soriano a los cofrades de la Hermandad de La Borriquilla.
La vuelta al templo, por calles como ‘Almenas’ y ‘Muñoz Garnica’ discurrió con normalidad, en un Domingo de Ramos de pasión cofrade.
