El tiempo en: Córdoba
Lunes 25/11/2024
 

Cádiz

Urnas cinerarias únicas en toda Hispania

El Museo de Cádiz cuenta con cuatro cerámicas de fayenza, halladas en la necrólis de Gades, pertenecientes al Alto Imperio Romano

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Andaluc�a Informaci�nPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Urna cineraria de fayenza en el Museo de Cádiz. -

El Museo de Cádiz es un lugar por descrubir por el propio gaditano, con mayor ahínco incluso que por el que visita la ciudad. Una de esas curiosidades la protagonizan las urnas cinerarias de fayenza. Cádiz tiene estas cuatro urnas únicas aparecidas en todo el territorio de la Hispania.

La fayenza es “una especie de híbrido entre la cerámica y el cristal. Es una cerámica con mucha base de silício (con mucha presencia de arena), por lo que cuando se cuece en el horno adquiere un brillo muy similar al cristal y parecido a la cerámica china. En Roma “eso era muy valioso, y se usaba para hacer, entre otros elementos decorativos, urnas funerarias”, explican desde el Museo.

Pero no son urnas funerarias con el concepto que tenemos en la actualidad. Antiguamente, la incineración se llevaba a cabo en una pira  o fosa, que podía ser colectiva o privada, así como de diferentes medidas, en función del status social del difunto. Era el pariente más próximo el encargado de coger una antorcha y encender el fuego, según explica en su estudio sobre las urnas funerarias la historiadora por la Universidad de Cádiz, Carmen Muñoz Pérez. “Se utilizaban sustancias inflamables como pez y resina, para prenderlo, así como perfumes y aromas para camuflar el olor (Ramos Sainz, 1990: 218)”. Los carbones se apagaban con leche y vino (Tibulo, Elegias, III, 2), añade y es el mismo pariente el que hacía la separación de las cenizas y el carbón de los huesos. Para el lavado de éstos se usaba agua o vino, dependiendo del estatus social del fallecido.  Esos huesos purificados se metían dentro de la urna con sus objetos más queridos, explican fuentes del Museo de Cádiz. .

El hallazgo de estas urnas es “único en la Península, pero se localizaron completamente fragmentadas”, por lo que fue necesario un complejo y lento proceso de reconstrucción, que ha permitido recuperar un elevado tanto por ciento de las piezas originales.

Con una decoración e incluso colores extraños, hay dos urnas expuestas, una tercera guardada en el almacén y una última que requiere una restauración mucho mayor. Los colores usados en esta pasta vidriada eran azul celeste, azul verdoso y ocres y se obtenían aplicando pigmentos de cobre, hierro, cobalto o manganeso.

De lujo

La fayenza era uno de los elementos de más lujo en el mundo romano, se fabricaba en la zona de Menfis, en Egipto. Estas urnas, de las que hay constancia repetida en Cádiz, eran usadas como contenedor de incineración y se producían por un sistema que implicaba una alta especialización al ser una superficie vitrificada. Son piezas de lujo, de origen egipcio, propias de las necrópolis alejandrinas. Son un magnífico testimonio del nivel de riqueza alcanzado por las élites gaditanas y sus contactos comerciales en un mundo mediterráneo ya prácticamente dominado en su integridad por Roma.

Estas cerámicas, según la documentación oficial del Ministerio de Cultura, parecen tratarse de ejemplares procedentes de talleres egipcios, probablemente de Kom Hellul (Menphis), con características técnicas, formales y decorativas muy similares a las piezas halladas en la necrópolis gaditana. Aparecen en contextos funerarios del siglo I d.C. Concretamente en el solar de la avenida 21-27 de la capital gaditana. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN