CSIF Málaga ha alertado del "estado de insalubridad" que presenta el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Marbella (Málaga) "tras detectar los trabajadores esta semana la presencia de roedores en las instalaciones".
A través de un comunicado han apuntado que "no es la primera vez que la plantilla de esta sede judicial, ubicada en un sótano en la avenida Arias Velasco, hace frente a este tipo de situaciones en su puesto de trabajo", precisando que ya en 2016, CSIF Málaga "en un escrito remitido a la Delegación territorial de Justicia, alertó de la presencia de ratas y excrementos de roedores en el juzgado".
A esta situación, han indicado, "se suma la humedad del ambiente, agravada por la ubicación en un sótano de la sede judicial, que en ocasiones hace que permanecer en estas instalaciones sea prácticamente imposible".
Para CSIF Málaga, "es inadmisible que tanto trabajadores como usuarios tengan que soportar estas condiciones, que pueden comprometer su salud y seguridad, ya que actualmente podrían no estar garantizadas las mínimas condiciones de higiene".
Al mismo tiempo, este sindicato ha criticado que la Administración "aún no ha retirado del archivo los expedientes que hace más de un año resultaron afectados por aguas fecales tras la rotura de una tubería". Han indicado que "actualmente, más de un año después, permanecen en el archivo a la espera de ser retirarlos para reconstruirlos o destruirlos".
Esta situación, han señalado, "afectan al resto de órganos judiciales localizados en esta ubicación; entre ellos, el Juzgado de Primera Instancia número 3, cuyos funcionarios han llegado a verse obligados a trabajar con mascarillas por el insoportable hedor en las oficinas".
Por todo ello, CSIF reclama actuaciones urgentes e insiste en la necesidad de crear una Ciudad de la Justicia en Marbella "que albergue las distintas sedes judiciales en el municipio, y que garantice unas condiciones de trabajo y salud dignas para usuarios y trabajadores".
Desde la Delegación territorial de Justicia han indicado a Europa Press que no se tenía ni conocimiento ni comunicación oficial sobre esta situación y que cuando se han enterado por los medios han llamado al juzgado y se ha ordenado que vaya una empresa de desratización.