Xiao Ping llegó a Jaén hace 35 años y fue uno de los primeros empresarios chinos en implantarse en la ciudad. Hoy, sus negocios (el restaurante Teppanyaki y los almacenes Eurochina, en el polígono de Los Olivares) permanecen cerrados a cal y canto por el decreto del estado de alarma. Una situación, dramática en lo económico, que no ha impedido a Ping mostrar su afecto y generosidad hacia el pueblo de Jaén. La semana pasada donó miles de mascarillas, guantes, gafas y envases de protección al Ayuntamiento de Jaén, una acción a la que él le resta importancia y de la que prefiere no hablar demasiado.
“Yo quiero mucho a Jaén”, entona este empresario chino, cuyos dos hijos mellizos de 22 años nacieron en la capital jiennense. Pese al momento actual de adversidad, Xiao Ping se muestra optimista de cara al futuro más inmediato: “Espero que esto pase pronto, creo que no tardaremos mucho en volver a abrir las tiendas”. Actualmente tiene en el paro a unos 30 a una treintena de empleados, desde trabajadores locales a sudamericanos y también chinos. Ping, que procede del sudeste de China, cerca de Sanghai, cree que su país “lo ha hecho y lo está haciendo muy bien” para combatir el virus, y considera que una prueba de ello es que las medidas que ahora se aplican en España y en el resto de países europeos están inspiradas en la gestión china. Eso sí, apunta que en España “se actuó tarde” en aplicar las medidas de confinamiento.
Ping no cree que esta pandemia cambie la opinión de la sociedad jiennense respecto a la colonia china asentada en Jaén. Pero no oculta que le molestan algunas opiniones muy extendidas en la calle y en las redes sociales: “No es un virus chino, es un virus que no tiene fronteras y que nadie sabe de dónde viene”. Y, tras destacar la ayuda prestada por China a Europa, aboga por la colaboración internacional: “Todos los países tienen que ayudarse unos a otros como si fueran una misma familia”. Reconoce finalmente que tras esta crisis sanitaria sin precedentes nada volverá a ser igual: “Creo que todo va a cambiar, sobre todo en el plano económico, pero también en cosas y rutinas tan básicas como la limpieza y la prevención”.