Se utiliza en las relaciones personales y en la sociedad en general para dar el vuelco a las situaciones estancadas. El revulsivo puede ser un zamarreo para hacer volver a la realidad al que está cuasi ido o indiferente y puede tener también la forma de presentación de un aliciente llamativo para dar la vuelta a una situación. Así ha procedido en Cataluña el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) con la puesta en escena del todavía ministro de Sanidad, Salvador Illa, como candidato a la presidencia de la Generalidad de Cataluña. Su primer secretario, Iceta, no ha ocultado la intención: Illa, como “un revulsivo contra la resignación”.
El periodista de moda ahora, tras cuarenta años de silencio y olvido, Manuel Chaves Nogales, publicó unos reportajes en el diario gráfico Ahora en 1936 en los que radiografiaba con precisión la realidad del pueblo catalán: “Entusiasmo. Entusiasmo. En ninguna región de España se sabe lo que es el entusiasmo popular si no es en Cataluña”. Ha sido lo que se ha visto cuando se han congregado cantidades exhorbitantes de personas en manifestaciones y cadenas humanas multitudinarias con que se ha jalonado el proceso independentista catalán desde 2012 hasta 2018. El proceso judicial, la incongruencia de algunos de sus líderes fugados -pero votados en las elecciones posteriores-, el estancamiento del proceso, la falta de resultados prácticos, la huida fiscal de sus empresas más representativas, el parón inversor, la nefasta gestión política de Torra, la clara división del campo independentista ante el ofrecimiento del gobierno español de una mesa de diálogo y, finalmente, las urgencias de la pandemia han acabado con el entusiasmo.
Es más que evidente que no se repetirán los resultados de de 2015 en que ganó Ciudadanos. Esquerra Republicana, con el presidente interino Pere Aragonés, parecía la ganadora frente a Junts per Catalunya -el partido de Puigdemont- que ha dejado a los pies de los caballos a la candidata elegida -Laura Borrás- poniéndose el primero por Barcelona. Carrizosa, de Ciudadanos, ha reemplazado a Lorena Roldán, que se ha ido a la candidatura del PP de Alejandro Fernández. En Común Podem, Vox y la CUP sacarán diputados pero se ignora el resultado de dos nuevos partidos herederos de la antigua Convergencia de Pujol y Artur Mas -PDeCAT y PNC (Partido Nacionalista Catalán)-. En este marasmo aterriza Salvador Illa.