Era una deuda pendiente con ellos y, de una u otra manera, se logró saldar para que los más pequeños, que han tenido una actitud ejemplar durante toda la pandemia, no perdieran también la magia del día de Reyes.
Recorriendo sus calles o estáticos, sobre sus camellos o a bordo de descapotables... Muchas han sido las maneras en que sus Majestades de Orientes visitaron el día 5 la provincia de Huelva pero en todas, un denominador común: la ilusión de los pequeños, que por un día venció al virus.
Una ilusión que tuvo su momento culmen en la mañana de este 6 de enero, cuando las viviendas amanecieron cargadas de regalos para unos niños cuya infancia quedará marcada por una pandemia que lo ha trastocado todo.
Pero horas antes de ese esperado momento, horas antes de que los más pequeños cayeran rendidos en los brazos de Morfeo ansiosos por volver a abrir los ojos lo antes posible, también vivieron un momento mágico y sin duda, distinto a años anteriores.
Este año pudieron finalmente ver a los Reyes Magos, pero a su paso sus Majestades dejaron imágenes insólitas e incluso históricas.
Así, a lo largo de toda la jornada del martes, Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron presentes por toda la provincia, bien recorriendo sus calles o estáticos en un lugar determinado para recibir a los pequeños, como es el caso de Ayamonte, donde las iglesias fueron el sitio elegido para el encuentro.
También fue llamativo el caso de Almonte, donde los Reyes recorrieron a pie su principal núcleo poblacional, si bien a la aldea de El Rocío llegaron a caballo y, en Matalascañas se les pudo ver desde el paseo marítimo, subidos en camellos, por la orilla de la playa, dejando una imagen única con la famosa ‘Piedra’ de fondo.
Para recorrer la localidad de Hinojos, por su parte, eligieron el coche de caballos, medio de transporte que también escogieron para saludar a los niños y niñas de Palos de la Frontera.
Por su parte, los últimos en recibir la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar, fueron los pequeños de la capital onubense, donde fue hasta a partir de las 21.00 horas cuando en coches descapotables recorrieron más de 550 calles de la ciudad.
Sus Majestades realizaron de forma simultánea cinco itinerarios por la ciudad onubense, con el fin de poder llegar al mayor número de niños posibles. Los pequeños saludaron desde las ventanas y balcones de sus hogares a los Reyes de Oriente, un momento mágico a pesar de las circunstancias.
