Pablo Cambronero, el diputado por Sevilla que abandonó las filas de Ciudadanos y pasó a formar parte del Mixto, va a reclamar más presencia a sus nuevos compañeros de grupo pues se siente "amordazado" después de que le hayan relegado a una comisión secundaria y le hayan negado intervenciones en el Pleno del Congreso. Si no hay un acuerdo, no descarta pedir amparo a la Mesa o incluso acudir a los tribunales.
Cambronero, policía de profesión y que ejercía como portavoz de Interior de Ciudadanos, anunció su baja del partido ante lo que considera "deriva sanchista" de la dirección de Inés Arrimadas. Eso sí, a diferencia de su excompañera Marta Martín, no renunció al escaño, sino que comunicó su ingreso en el Grupo Mixto.
Una semana después, Cambronero ya se sentó en la parte alta del hemiciclo del Congreso, donde se encuentran ubicados los integrantes del Grupo Mixto. En concreto, ocupa un escaño al lado del diputado de UPN Sergio Sayas, socio de Ciudadanos en la coalición Navarra Suma.
Con su entrada, el Mixto ha pasado a estar compuesto por diez diputados --más incluso que Ciudadanos, que se ha quedado con nueve-- de siete formaciones diferentes: la CUP (dos diputados), UPN (otros dos), Coalición Canaria (una), Nueva Canarias (uno), Foro Asturias (uno), Partido Regionalista de Cantabria (PRC) (uno), y Teruel Existe (uno), además de Cambronero.
Sus nuevos compañeros ya le comunicaron que tendrá limitadas algunas de sus funciones parlamentarias porque va a ser tratado como un 'diputado no adscrito', una figura que existe en corporaciones locales y asambleas autonómicas pero que el Congreso aún no ha regulado en su Reglamento. Y es que Cambronero recala en el Mixto no por pertenecer a un partido minoritario, sino tras haber abandonado la formación con la que fue elegido, y en esos casos se aplican precedentes de exdiputados de PSOE y del PP.
Según se le remarcó, no podrá entrar en el reparto de tiempos de intervención, presencia en comisiones y cupos de iniciativas en igualdad de condiciones, ya que supondría restar a los demás. Así, no podrá intervenir en el Pleno ni en comisión, ni presentar preguntas orales a los ministros, y sólo le cabe registrar preguntas escritas al Gobierno, por ser éste un derecho individual de cada diputado, y optar a una portavocía menor. Concretamente, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) le ha cedido la Comisión de Peticiones, cuyas reuniones son a puerta cerrada y casi nunca hay votaciones.
"Soy el único diputado al que niegan el derecho a asistente y a intervenir --ha escrito en Twitter el exdiputado de Ciudadanos--. Amordazado por defender lo que prometí. Pelearé".
En declaraciones a Europa Press, Cambronero ha indicado que intentará negociar con sus compañeros de grupo parlamentario pues considera que se vulneran sus derechos de representación. Pero si no obtiene resultados, pedirá amparo a la Mesa del Congreso que preside Meritxell Batet y, llegado el caso, estudiará la opción de recurrir a la vía judicial.
EL SUELDO SE MANTIENE IGUAL
En todo caso, seguirá cobrando mensualmente 3.050,62 euros de salario base como diputado, a lo que sumará los 1.959,62 euros que reciben todos los parlamentarios de fuera de Madrid en concepto de dietas, además un complemento de 1.134,40 euros por ostentar la Portavocía del Mixto en la Comisión de Peticiones, un plus que ya cobraba como portavoz de Interior de Ciudadanos.
En principio, se iba a dar orden de ingresarle también la subvención de algo más de 1.700 euros mensuales, que era la que el Congreso abonaba a Ciudadanos por cada uno de sus escaños y que ahora correspondería al Mixto. La Cámara da además a cada grupo una ayuda fija mensual de 30.000 euros para cubrir los gastos de funcionamiento ordinario, que en el caso del Mixto se reparte entre los partidos.
Cambronero asegura haber renunciado a la subvención fija que le correspondería en el grupo e incluso no descarta ceder al Congreso esos 1.7000 euros de ayuda por diputado, subrayando que su reivindicación no tiene motivos económicos.