La Guardia Civil ha finalizado la operación denominada 'Arrastre' en la que ha detenido a cuatro personas e imputado a otra por un delito de lesiones graves que habrían causado a un compañero de trabajo al que agredieron simulando que había caído.
Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, las detenciones son el resultado de la investigación desarrollada por la Guardia Civil del Puesto Principal de El Ejido. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del 11 de diciembre, en las proximidades de la localidad de Balerma, cuando la víctima se dirigía a pie a su lugar de trabajo, en la construcción de la estructura de un invernadero, momento en el que sufre una supuesta caída que le hace perder la consciencia y le provoca diferentes lesiones.
Dos supuestos testigos de los hechos auxiliaron a esta persona, llamaron a los servicios médicos y atendieron al herido hasta la llegada de los mismos, a quien relatan lo sucedido, así como que no conocen de nada a la persona accidentada.
Así las cosas, el 22 de diciembre, mediante denuncia presentada en dependencias oficiales, la Guardia Civil tiene conocimiento que la víctima habría podido sufrir una agresión por parte de sus compañeros de cuadrilla y que las lesiones sufridas no son consecuencia de una caída, sino de una agresión.
Durante el desarrollo de las primeras pesquisas, la Guardia Civil comprueba que el informe médico aportado por la víctima determina que las heridas y lesiones sufridas no corresponden con una caída, lo que viene a dar fuerza a la denuncia presentada.
Con estos nuevos datos aportados por la víctima y ante las dudas surgidas, la Guardia Civil comienza la operación, estableciendo una primera línea de investigación con los dos testigos de los hechos, quienes a las preguntas planteadas por los agentes incurren en continuas contradicciones.
De igual manera los agentes comprueban que estas dos personas no son desconocidos de la víctima, sino que son trabajadores de una misma cuadrilla, formada por cinco personas y dedicada a la construcción de estructuras para invernaderos, llegando a trabajar uno de ellos de manera alterna con la víctima desde hace veinte años.
Continuando con las pesquisas, la Guardia Civil comprueba que el responsable de la empresa para la que trabaja la cuadrilla de la que formaba parte la víctima, había dado de alta a todos los componentes de la misma en la Seguridad Social a los pocos minutos de conocer los hechos ocurridos, además de gestionar la incidencia ocurrida con la víctima.
Una vez contrastada toda la información, la Guardia Civil determina que tras una discusión de la víctima con la cuadrilla durante el desarrollo de su trabajo, resultó agredido con un objeto contundente en la cabeza, causándole las graves lesiones que presenta y por las que perdió el conocimiento.
Al ver el resultado de la agresión, deciden socorrerlo y sacarlo fuera de la zona de trabajo, donde finalmente lo asisten los servicios médicos, que lo trasladan hasta el Hospital del Poniente en El Ejido (Almería), orquestando de manera paralela una trama con una misma versión, con la que eludir actuaciones posteriores, ya que la víctima perdió el conocimiento.