La fan de 105 años que vaticinó que Pedro Sánchez sería presidente

 Isabel López Rubio es una vecina de 105 años del barrio de la Plaza de Toros de la capital almeriense y una "fan" de Pedro Sánchez al que hace dos años, durante un acto en el Teatro Cervantes de Almería, vaticinó iba a ser presidente de España cuando optaba a revalidar la secretaría del PSOE.

Era el 5 de mayo de 2017 e Isabel, natural del cerro del Águila, en Benizalón (Almería), pudo compartir unos minutos a solas con Sánchez antes de que éste se subiera al escenario precedido por la que más tarde sería su vicepresidenta, Carmen Calvo.

En aquel breve encuentro, Isabel, que "se tiró una semana llorando" cuando se enteró de que Sánchez había dejado de ser secretario general de los socialistas, según ha trasladado la propia centenaria a Efe, pudo brindarle su apoyo y le dijo: "Tú serás presidente".

"¿Quién te verá de presidente?, le manifestó acto seguido Isabel pensando que no podría presenciar en persona su nombramiento.

Sin embargo, dos años más tarde la historia se repite. En esta ocasión, Sánchez, ya presidente del Gobierno, acude de nuevo al Teatro Cervantes de Almería, ahora para apoyar a la candidata al Ayuntamiento de Almería, Adriana Valverde, en un acto público.

Y una de las asistentes será Isabel, una mujer que "siempre ha votado al PSOE" como prácticamente toda su familia, quien cuenta ahora los minutos que quedan hasta el comienzo de este acto público.

La mujer, que recorrerá todo el trayecto que separa su casa del emblemático edificio de la capital almeriense en silla de ruedas, acompañada por un sobrino y su nieta, ya tiene garantizado un hueco en el Teatro Cervantes, donde podrá ver este viernes a su querido presidente a escasos metros.

Así, lleva toda la mañana preparándose para ese "reencuentro" y ya ha acudido a la peluquería y ha preparado sus mejores galas anticipándose al mismo, con los nervios todavía a flor de piel.

Fuentes socialistas han trasladado a Efe que está previsto que, si nada lo impide, Sánchez tenga un gesto hacia una de sus seguidoras más entusiastas, de forma que al inicio o final del acto la salude en persona. 

El broche de oro a una historia de auténtica pasión hacia el líder de los socialistas.